De acuerdo con medios internacionales, las protestas en China se desataron por el incendio de un edificio en el que murieron 10 personas. Hay evidencia que mostraría que la ayuda tardó en llegar por las estrictas medidas de tolerancia cero por parte del gobierno de Xi Jinping.
Las protestas que se han registrado en China en los últimos días han sido calificadas desde “raras” hasta “históricas”. En efecto,no es muy común que en un país en el que el gobierno es tan estricto con la ciudadanía, ésta se atreva a salir a las calles a protestar, incluso exigiendo la destitución del presidente, Xi Jinping.
Lo que se vive en las calles de las principales ciudades de China podría explicarse con el clásico “explotó la olla”. Han sido casi tres años de seguir las estrictas medidas de la política “tolerancia cero” en contra del COVID-19, mismas que han representado graves costos para la libertad y la economía de la ciudadanía.
Entre las medidas que la gente en China ya no aguanta están la aplicación de pruebas masivas para detectar casos de COVID-19, así como los confinamientos forzados ante la aparición de aunque sea un solo caso de la enfermedad.
En lugares como Shanghái, donde a inicio de año se implantó un confinamiento total por más de dos meses, las duras medidas dejaron sin suministros básicos y atención médica a gran parte de la población. De ahí nació el profundo resentimiento que ahora se está expresando en las calles.
Aunque lo anterior fue soportado por casi tres años, el viernes pasado explotó la ola de protestas, luego de reportarse la muerte de 10 personas en el incendio de un edificio en Urumqi en Xinjiang. De acuerdo con The Guardian, la gente de la región estuvo en confinamiento por más de tres meses y los manifestantes encuentran que gran parte de la tragedia fue debido a las estrictas medidas para evitar la propagación del COVID-19.
Según reporta la CNN, el fin de semana se registraron las primeras protestas (demasiado pacíficas, eso sí) en las ciudades de Shanghái, Beijing y Chengdu. Las movilizaciones se han extendido, pese a la intervención de la policía para inhibir a los manifestantes.
Aunque el principal motor de las manifestaciones es la exigencia del fin de los confinamientos forzosos, la gente ya está encarrerada y está denunciando los actos de censura por parte del gobierno: pide que haya democracia en China y, quizás como parte de esta exigencia, el fin del gobierno de Xi Jinping.
Medios internacionales reportan que las protestas continúan hasta este lunes 28 de noviembre. Para repelerlas, las autoridades de ciudades como Shanghái, han colocado enormes barricadas.
Además la presencia policíaca en las calles es más evidente, según reportes… los cuales son escasos, debido a que – según la BBC – las autoridades obligan a borrar fotografías tomadas durante las protestas. Incluso se habla de la agresión en contra del periodista de la BBC, Edward Lawrence.