‘Menos vivienda para invertir y más para vivir’, ‘la vivienda es un derecho, no un negocio’, ‘la lucha por la vivienda es una lucha de clase’. Este 17 de noviembre decenas de personas llegaron hasta la sede de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda de la Ciudad de México (SEDUVI) como parte del movimiento por el derecho a la vivienda.
¿Qué es lo que exigen? ¿Por qué salen a las calles? Vámonos por partes.
La lucha por la vivienda en CDMX
Seguramente en redes sociales o en pláticas con la familia has escuchado esto de “los chavos no pueden acceder a una vivienda adecuada porque no quieren”, “es que no ahorran”, “es que yo en sus tiempos ya tenía 345 terrenos y 6 casas”, “es que todo lo gastan en tonterías”.
Pero ¿será todo culpa de la nuevas generaciones o de las fallas políticas y estructurales que ven al lugar para vivir como un activo financiero solamente.
Gatitos contra la Desigualdad, organizador de esta protesta, explica que para las grandes empresas, apoyadas por las autoridades, solo importa construir, acaparar y especular aunque eso le de en la torre a la organización de la ciudad y las opciones de vivienda se limiten demasiado.
Hablemos de números. El 99% de los ingresos por vivienda en renta se queda en el 10% más rico y el 62% en el 1% más rico. Y acá entra todo el asunto de desalojos forzosos, pérdida de espacios para vivir, etc.
Si antes era caro vivir en una casa, propia o en renta, ahora es impagable. Las rentas suben y los salarios bajan.
Y lejos de mejorar, las cosas pintan para mal. Recientemente el Gobierno de CDMX anuncia una alianza con Airbnb para apostarle al “turismo creativo” y ah, jijo. Es por eso que en esta protesta se exigen 14 puntos principales.
Uno de los principales es que se diseñe y apruebe una Ley Inquilinaria para equilibrar los derechos de las personas arrendatarias y quienes rentan.
De igual forma atender los aumentos desproporcionados de las rentas, echarle ojo a los desalojos y prohibir el uso de “cargadores”.
El acuerdo que se firmó con Airbnb debe frenarse al menos hasta que se haga un diagnóstico sobre la situación de vivienda en CDMX y se reglamente a la aplicación, así como su registro público obligatorio.
La lucha de los pueblos originarios
Y en todo este contexto, hablemos de las luchas de los pueblos originarios.
Durante la marcha platicamos con Emmanuel Martínez, quien es parte del frente de Pueblos en Defensa del Territorio y en Defensa de los Pueblos Originarios, Barrios y Colonias.
Nos cuenta que él es originario del pueblo originario de Magdalena Atlitic, en la Magdalena Contreras. Ahí el problema que tienen es con la inmobiliaria Frisa y el Programa de Ordenación Territorial.
“Consideramos totalmente prudente el hoy adherirnos a la lucha“.
Hace unos cuantos días nos enteramos que estaban desalojando un albergue para personas discapacitadas. La inmobiliaria argumenta que ellos son los dueños legítimos del complejo.
En la Magdalena Contreras esta misma empresa alega que son dueños de 130 hectáreas de bosque “para tener el uso de suelo de la entrada del bosque y así llegar al agua.
Esta lucha comenzó el 24 de junio pasado y en diciembre el alcalde, junto con la Jefa de Gobierno, anuncia que van a meter un cuartel de la Guardia Nacional. Vaya, vaya.
Emmanuel explica que en la medida que los pueblos originarios fueron invadidos por la ciudad, por la gentrificación y por todo lo demás, las luchas despertaron con una re-apropiación jurídica de los derechos.
La Seduvi recibió el pliego petitorio
La Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda de la Ciudad de México recibió el pliego petitorio, explicó que estaba muy atento a las propuestas, que son temas en los que están trabajando y que pronto podrán esperar una respuesta.
Una de las principales solicitudes es dar a conocer el acuerdo firmado entre el gobierno de la CDMX y Airbnb.
