Cuando la policía no hace bien su trabajo, casi siempre el crimen triunfa. Decimos “casi”, porque en Bélgica, no fueron las autoridades ni algún superhéroe anónimo quienes detuvieron a un hombre que intentó robar en un prostíbulo.
En la localidad de Tournai, situada al oeste del país europeo, un hombre armado con una navaja entró al prostíbulo (ubicado a cien metros de la estación de policía) y quiso llevarse todo el dinero de la caja del lugar.
El hecho ocurrió poco antes del mediodía y la Policía Federal no llegó a tiempo y quienes evitaron el asalto y defendieron el lugar como auténticos esparatanos, fueron nada más y nada menos que las prostitutas.
Las empleadas del prostíbulo reaccionaron a las amenazas del hombre lanzándole diversos objetos, incluidos vibradores y otros juguetes sexuales. *Sonido de látigo*. Seguramente agarraron lo primero que tuvieron entre las manos y ¡MOCOS! a la cabeza del asaltante.
Sin embargo, la heroica actuación de las sexoservidoras no sirvió al 100%, pues el ladrón se alcanzó a llevar parte de la caja y se dio a la fuga.
Ahora sí que sacaron las garras… ¡Grrrrr!
