A finales de mayo, el gobierno danés anunció que entrarían a la lista de países europeos que prohíben –sobre todo por las mujeres– el uso de burqas y niqabs en lugares públicos, prenda o velo tradicional que cubre el rostro de aquellos que pertenecen a la religión islámica. Esta ley no aplica con los turbantes ni velos que sólo cubren el cabello. Esta decisión se ha tomado en varios países de Europa como Austria, Holanda, Francia y Bélgica.
Nota: El burqa cubre el cuerpo completo de la mujer mientras el niqab cubre en su totalidad el rostro.
Hoy, 1 de agosto, la ley entra en vigor y en caso de que alguien rompa los establecido, se aplicará una sanción económica. En Dinamarca, esta nueva legislación se aprobó con varios objetivos. Primero, la seguridad de los daneses ante una oleada de ataques terroristas por parte del Estado Islámico; y en segundo lugar y la más importante, para proteger los derechos de las mujeres. Por ejemplo, si la autoridad danesa se da cuenta que una mujer está siendo obligada a vestir un burqa o niqab, se tomarán las medidas necesarias.
En febrero, mes en que surgió la propuesta de esta nueva ley en Dinamarca, nació también un movimiento paralelo en redes sociales con el hashtag #NoHijabDay para que las mujeres musulmanas que viven en Europa, sean libres de tomar la decisión de vestirlo o no. Para solidarizarse, la campaña pedía a mujeres que no pertenecieran a la religión del Islam utilizar hijabs. Para muchos países, sobre todo la cultura occidental, prendas como el burqa y niqab, son símbolos de opresión a la mujer que forman parte, de forma milenaria, de una convención social nacida a partir de preceptos religiosos.
Sin embargo, algunos políticos, activistas y mujeres, han hablado de esta prohibición como otra forma de coartar la libertad de las mujeres para vestir cualquier tipo de prenda. Esta prohibición también ha sido vista como una manera de criminalizar a las mujeres. Si bien en algunos países asiáticos como Irán las mujeres están obligadas a utilizar este tipo de ropa, hay otras mujeres que pueden tomar decisiones en cuanto a su forma de vestir como una forma de expresar su identidad, o bien, creencias: libertad de expresión y libertad religiosa y de culto.
Desde 2011, Francia aprobó esta prohibición de cubrir el rostro seguido de Bélgica unos meses después. Para evitar acusaciones de discriminación, las autoridades francesas no especifican qué tipo de prendas, sino la acción en sí. En cambio, en los Países Bajos, aunque también hay una ley sobre el tema, sólo prohíbe cubrirse el rostro en espacios públicos como transporte público, escuelas, hospitales y edificios gubernamentales.
