El día de hoy, los japoneses amantes de la carne de ballena no fueron las personas más felices sobre el planeta, y es que La Haya ha determinado que la nación que vio a Godzilla nacer ya no podrá seguir cazando a estos animales.

Así es sopicuates, este país oriental ya no podrá cazar ballenas en el océano Antártico (por lo menos no legalmente.. no estamos sugiriendo nada ¬¬°).

El juez Peter Tomka, en una audiencia en el Palacio de la Paz de La Haya, expresó:

«Japón debe revocar todos los permisos, autorizaciones y licencias concedidos en el marco del [programa de investigación] Jarpa II, y abstenerse de conceder cualquier nuevo permiso en virtud de este programa»

El Jarpa II permitía a Japón cazar ballenas, pero solo con fines científicos o para la subsistencia de la población aborigen, el problema fue que, a la mera hora, el país oriental no estaba realizando prácticas… mmm… ¿cómo decirlo?… «transparentes».

Tokio se conmocionó con la decisión, pues siempre han defendido la cacería de ballenas con el argumento de que solo tratan de estudiarlas, claro que el que la carne terminara en los platos de los las familias niponas solamente era una feliz coincidencia.

Fue una demanda interpuesta por Australia en el 2010, la que desencadenó todo esto (esperemos que los australianos no tengan miedo del clan de los Yakuza). 

Pero distingamos, el hecho de que vendieran la carne de ballena después de estudiar al espécimen no era el problema  pues el dinero podría servir para futuras expediciones. El problema es que Japón no parecía estar interesado en utilizar métodos no letales para el estudio de las ballenas y no estaba justificando «científicamente» las decisiones que estaba tomando.

La reacción japonesa

El representante de Japón en la Corte Internacional de Justicia, Koji Tsuruoka, expresó a los medios que su país estaba decepcionado del resultado del juicio, pero que como un miembro responsable de la comunidad mundial, acatarían la orden de la Corte (aawww ¿cómo los ven?).

¿Por qué los japoneses podían cazar ballenas?

Fue el año de 1982 uno que las ballenas siempre recordarán y guardarán en sus agigantados corazones, y es que la Comisión Ballenera Internacional prohibió la caza comercial de las ballenas, solamente podrían realizarla ciertos países y con varias condiciones.

Uno de esos países era Japón, la excusa que encontró para seguir cazando a este animal es que tenía un profundo amor por la ciencia y querían estudiar la población de esta especie y la dinámica de la población de ballenas, además de la factibilidad de la caza comercial.

El problema es que no solo Japón siguió cazando ballenas, sino que hace unos años aumentó a 850 el número de ejemplares de rorcual blanco (un tipo de ballena enana) que mataba por temporada, además de 50 de ballena jorobada y 50 de rorcual común.

Al parecer Japón nunca pudo argumentar por qué aumentó el tamaño de su muestra, si fue eficaz la muestra anterior, ni por qué incluyó a otras dos especies de cetáceos en su investigación.

Japón y las ballenas

Japón tiene una antiquísima tradición de comer y cazar ballenas, todo comenzó una fría primavera del año 10 mil a. C. Y desde entonces no han parado. Pero que una práctica sea milenaria (como casi todo en oriente) no es argumento suficiente para que se siga haciendo, es decir, quemar gente se «estiló» por muchos años en Europa pero no por eso podríamos defender esta práctica, parece que hay que revisar lo que pasa caso por caso.

De todos modos el consumo de ballena ha disminuido de 230 mil toneladas que se consumían en 1962 a apenas 4 200 en el 2009.

***Vía Infobae, El Tiempo

Todo lo que no sabías que necesitas saber lo encuentras en Sopitas.com

Fundé Sopitas como hobby y terminó siendo el trabajo de mis sueños. Emprendedor, amante de la música, los deportes, la comida y tecnología. También comparto rolas, noticias y chisma en programas...

Comentarios