Lo que necesitas saber:

Carga de trabajo extra, asistencia... hasta, de plano, reprobar la clase, son algunas de las formas en las que profesores del Colegio de Bachilleres orillan a la compra de libros (compra que se hace sólo con ellos o en lugares específicos).

¿Alguna vez un maestro te obligó o condicionó a comprar un libro? Pues eso sucede en varios planteles de Colegio de Bachilleres, a pesar de que los profesores se comprometen (firmando varios documentos y toda la cosa) a no hacerlo.

Esther “N”, una profesora con casi 20 años de experiencia ofreciendo clases en Colegio de Bachilleres, se acercó a sopitas.com para denunciar cómo se sangra a los alumnos cada semestre. Un negociazo que a algunos maestros les genera ganancias de, mínimo, 30 mil pesos libres de polvo y paja.

FOTO: ANDREA MURCIA /CUARTOSCURO.COM //

Profesor se lleva de “comisión” hasta casi la mitad de cada libro vendido

El “negocio” es sencillo y, por lo mismo, demasiado atractivo para los profesores: al comienzo del semestre, representantes de editoriales (la mayoría de ellas “patito”) se acercan con ellos para ofrecerles los libros, con la promesa de un porcentaje de la venta de cada ejemplar. Un muy bueno: por ahí de 40-50%.

“Las editoriales que los manejan les dan a los profesores una ‘retribución’. Si el libro les cuesta 280-300 pesos, de ahí una cantidad va a ser para el profesor”. Mmmm, 100, 150 pesitos no parecen mucho, pero si eso se multiplica por la cantidad de alumnos por grupo que puede llegar a tener un profesor de Bachilleres, entonces ya la cosa cambia: Esther, por ejemplo, tiene a su cargo a 10 grupos, cada uno de ellos con alrededor de 50 alumnos.

Alumnos de Colegio de Bachilleres / / FOTO: MARCO POLO GUZMÁN HERNÁNDEZ /CUARTOSCURO.COM

“Estamos hablando de una buena cantidad de dinero que, yo profesor, sin autorización y sin que supuestamente se pueda hacer, me voy a estar embolsando semestralmente… sin trabajarlo, gratis y, además, sin pagar impuestos, sin declararlo. Nada”.

No es obligatorio comprar el libro, peeero…

De acuerdo con Esther, hace algunos años los profesores eran más descarados en cuanto a la obligatoriedad de comprar el libro. Ahora, la práctica es más “sutil”, pero de igual forma orilla al alumno a “sí o sí” comprar el libro:

“Los profesores que piden libros no lo manejan como ‘obligatorio’ porque saben que eso podría llevarlos a un exhorto o a alguna ‘nota mala’. Lo que hacen es solicitar el libro y ponerles difícil todo: si no lo traes tienes que copiar todo en el cuaderno (…) o al final los reprueban si no lo compran”. ¿Fotocopiarlo? Ni pensarlo: así “no lo aceptan”.

Portadas de libros usados en Colegio de Bachilleres

¿Comprarlo usado o en alguna librería que donde se venda a un precio más accesible? Tampoco. Y aquí es donde una venta de libros se revela como un asunto un poco “turbio”. Los libros solicitados por algunos de los profesores del Colegio de Bachilleres que hacen esta práctica no pueden comprarse en cualquier parte: sólo con ellos o en lugares muy específicos.

Se venden ahí mismo en las inmediaciones de los planteles: papelerías, tienditas, mercado de enfrente (…) ves tú las filas enormes al inicio del semestre en estos lugares”.

Un tema que revela la poca ética de profesores… y que huele a corrupción

De acuerdo con Esther, cada semestre el Colegio de Bachilleres les envía a los profesores varios documentos con recomendaciones para sus prácticas docentes (algunos de ellos tienen que ser firmados, como una especie de compromiso). En ellos, se les pide que, por ética, no caigan en prácticas que dañen a los alumnos, sacando provecho de su condición de maestros. Pero, simplemente, no les importa.

Compromisos que deberían seguir los profesores de Colegio de Bachilleres

Condicionar a los alumnos a comprar un libro para pasar o seguir en la clase “es muy poco ético”, critica Esther, resaltando a costa de quiénes sus colegas hacen negocio.

Porque la población que nosotros atendemos es de muchachos que no tienen mucho dinero, en realidad (…) estamos hablando de una buena inversión que tienen que hacer los papás cada semestre… todo para que el profesor pueda disponer de unos miles de pesos extra; es evidentemente un acto de falta de ética, no sé si esto cuente como corrupción. A mí me suena que sí”.

Compromiso a respetar Código del Colegio de Bachilleres

¿Y qué dicen las autoridades del Colegio de Bachilleres?

La calidad de los libros y cómo estos afectan la enseñanza, también es todo un tema. “La mayoría de estos libros están hechos al vapor” y, además, con el texto en mano, los profesores ya ni siquiera se preocupan por la planeación de una clase: sólo es llegar, abrir el libro y dejar que el alumno haga lo que pueda con él. “El libro no es lo importante, lo importante para ellos es el dinero que reciben”.

La calidad de los libros es cuestionable, agrega Esther, no sólo por su contenido, sino por su origen: algunos de ellos no cuentan ni siquiera con derechos de autor. Son materiales que parecerían elaborados a partir de resúmenes de otro. “Ni siquiera están revisados o registrados en ningún lado”.

México es uno de los países que menos lee en el mundo.

Las autoridades del Colegio de Bachilleres están más que enterados de la situación y hay de dos: no les importa o, si es lo contrario, no pueden hacer mucho al respecto, ya que no hay una manera contundente de comprobar la venta (los pagos se hacen en efectivo o, en su caso, las autoridades no pueden revisar las cuentas de los profesores).

Lo denunciado por Esther sucede no sólo en el plantel en el que trabaja (el cual no revelamos por motivos de seguridad).. Profesores de otras sedes señalan la misma situación. “Es común en todos”, lamenta Esther. Todo esto fue confirmado por un miembro del Departamento Jurídico del Colegio de Bachilleres.

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