Una clase sobre “atentados suicidas”, terminó muy mal matando a 21 militantes e hiriendo a otros 15.
Un grupo de sunitas asistieron a una clase de “ataque suicida con bombas” en un campamento al norte de Bagdad, fallecieron el lunes cuando su profesor llevó a cabo una demostración con un cinturón que estaba lleno de explosivos reales.
Los militantes pertenecían a un grupo conocido como el Estado Islámico de Irak y Siria (ISIS), un grupo opositor al ejército chiítas del gobierno iraquí. El saldo fue de veintidós muertos y 15 heridos. Ocho militantes fueron detenidos cuando trataban de escapar.
ISIS cuenta con 2,000 combatientes en Irak, y su objetivo a largo plazo es establecer una base de operaciones en Bagdad.