Aunque Paty Navidad haga corajes, el desarrollo de la vacuna contra la COVID-19 es, sin duda alguna, uno de los avances más impresionantes de la historia moderna. Menos de 12 meses después de que el mundo conociera el virus del SARS-CoV-2 hay personas que ya están recibiendo las primeras inmunizaciones.
La pandemia ha sido dolorosa, pero la respuesta de la humanidad ha sido implacable.
Desarrollar una vacuna es un proceso complicado. Un proceso que empezó en placas de petri para culminar en los brazos de millones de personas, pero ahora que llegamos a la parte final, vale la pena poner los reflectores en otros protagonistas del avance científico: hablamos de los voluntarios.
Gente que, sin batas ni microscopio, han puesto —literalmente— el cuerpo al servicio de los progresos tecnológicos.
Las pruebas de la vacuna china en México
En nuestro país se están haciendo las pruebas de Fase 3 de la vacuna china desarrollada por el laboratorio CanSino Biologics.
En estos momentos, 10 mil mexicanos están participando en el estudio… y la neta, es que se ve que no es nada sencillo: sacrificando tiempo, privacidad y exponiéndose a algunos riesgos con la única intención de cooperar en esta lucha.
Como andábamos de curiosos, nos pusimos a buscar y encontramos todos los requisitos y el procedimiento para participar en la prueba de la vacuna. Acá te los presentamos.
Los requisitos para entrarle
Para empezar, todos los voluntarios a probar la vacuna en México tienen que cumplir con estas características:
• Más de 18 años
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• Encontrarse generalmente sanos
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• Comprometerse a pasar 90 días con los más estrictos controles para evitar embarazos.
• No donar esperma y tampoco donar sangre por todo el tiempo que dure el estudio.
• No haber tomado paracetamol o ibuprofeno en las últimas 12 horas.
Luego, viene lo complicado y es que si quieres ser uno de los sujetos de prueba de la vacuna china necesitas liberar mucho —pero mucho— tiempo de tu calendario.
El estudio dura 12 meses.
En ese tiempo, todos los participantes tienen que estar disponibles para recibir 2 visitas personales en donde te van a sacar sangre. También tener el teléfono a la mano pues van a recibir 52 mensajes de texto semanales y 11 llamadas telefónicas.
Una vez que estás de acuerdo con eso, ahora sí viene lo interesante.
El calentamiento para la prueba de la vacuna
Ya que fueron seleccionados, los voluntarios asisten valientes a la primera consulta donde empieza lo importante: van a hacerles varios estudios para ver cómo andan.
Además de peso y altura, a los sujetos les toman la temperatura, la presión, la frecuencia cardiaca y la capacidad respiratoria. También les toman dos muestras de sangre de 25 mililitros: la primera, es para probar si eres VIH positivo. La segunda se guardará durante 12 meses y sirve para comparar con tus resultados finales y ver si pudiste crear anticuerpos.
Si son personas gestantes, también les van a hacer una prueba de embarazo.
¡Venga el líquido!
Ahora sí, ya entrados en el papel de rata de laboratorio… digo, de sujetos de prueba: ¡venga el líquido!
La cosa acá es que el estudio de la vacuna china en México utiliza el concepto de doble ciego. De los 10 mil participantes, solo 5 mil recibirán la vacuna y los otros 5 mil recibirán un placebo, que no es otra cosa que agüita para inyectar. Ni los voluntarios ni los doctores que inyectan saben qué grupo es cada uno.
¿Un detalle curioso? A todos los inyectan en el brazo derecho.
Una vez que pasó la hora chimengüenchona, los participantes se tienen que quedar media hora en el hospital para vigilar cualquier reacción alérgica inusual.
Y luego viene un buen rato de monitoreo.
Ya inyectados, a todos los voluntarios les entregan un termómetro y un diario, con el que tendrán que estar apuntando todos sus síntomas durante los primeros 28 días.
Luego, en caso de cualquier sensación que pueda parecerse a la de COVID-19, los sujetos del estudio se comprometen a contactar a los doctores del hospital donde serán recibidos: les van a hacer una prueba —de esas del cotonete hasta el cerebro— y tendrán que mantenerse hasta tres días en observación.
¿Y para qué o qué?
Todos los participantes firman una hoja que se llama Consentimiento Informado: ahí les explican todos estos pasos y se enumera cualquier posibilidad médica de un efecto adverso. Ese documento es esencial y los voluntarios tienen TODO el tiempo que quieran para pensarlo y responder sus dudas.
Entre las dudas, por supuesto está una esencial… ¿qué ganan?
Primero, la obvia. Tienen 50% de posibilidades de recibir la vacuna, pero a los que les haya tocado el placebo tendrán oportunidad de vacunarse primero cuando se apruebe la inyección.
Dinero la neta no hay, pero ofrecen 300 pesos de ayuda en el transporte si es que los necesitas.
Y básicamente ese es todo el proceso para ser uno de los 5 mil valientes voluntarios que probará en su brazo derecho la vacuna china de CanSino contra el COVID-19. Como verán no es sencillo, pero es una labor importante en esta lucha en la que médicos y científicos no están solos.
