Para que luego no digan que los agarró desprevenidos. Desde ahora (y quizás desde hace tiempo) el exfutbolista Cuauhtémoc Blanco le trae ganas a la gubernatura de Morelos. No por nada hace poco se unió a las filas del Partido Encuentro Social. Pero antes era pura especulación, ahora él mismo nos lo confirma.
Ahorita tengo un compromiso, probablemente el año que viene me aviento para gobernador, pero hay muchos personajes que me tienen miedo, tienen miedo porque tienen cola que les pisen”, comentó el alcalde de Cuernavaca, Cuauhtémoc Blanco.
Entrevistado por el periodista Ciro Gómez Leyva, Blanco reconoció que la cosa estará difícil, pero ya que se ha rifado ―según él― como alcalde de la capital morelense, no hay razones para autodescartarse al puesto de honor en el Estado.
“Yo voy libre a la calle, yo no me escondo de nadie”.
Como si lo persiguiera ese fantasmita que lo hace echar bronca con sus superiores (recordemos que por pelearse con La Volpe no fue al Mundial del 2006), ahora en la política, “El Cuau” ve como uno de sus grandes obstáculos a alcanzar la gubernatura los pleitos que ha tenido con Graco Ramírez. Sobre todo por el asunto del Mando Único:
La policía no está a mi cargo, yo estoy pidiendo una solicitud para que llegue la Gendarmería a Cuernavaca, pero el gobernador no quiere, el Mando Único no ha funcionado. Yo no tengo policías en el ayuntamiento, la policía que maneja Capella (comisionado de Seguridad del estado), me desconoce como ayuntamiento, como alcalde, esto es una aferración (sic) tanto del gobernador como del comisionado”, cita Milenio al examericanista.
Aunque el asunto se presta para la cábula, hay que reconocer que, en caso de ser serio (que parece que sí lo es) ese asunto de “aventarse” por la gubernatura de Morelos, “El Cuau” sí podría ser un dolor de cabeza para los políticos tradicionales (ya no diremos mejor preparados, porque eso está a discusión). Por ello, los frentes políticos están previniéndose, buscando la manera de sacarlo de la jugada de manera “limpia”. Ya lo denunció hace unas semanas el alcalde de Cuernavaca: en el Congreso se está discutiendo la modificación de los requisitos para registrarse como candidato a la gubernatura.
Ahora, en caso que lo anterior no surta efecto, parece que se está buscando el mancharle su escaso historial como funcionario. Según “El Cuau”, el diputado local Jaime Álvarez lo intentó sobornar para que firmara un contrato a 20 años para la instalación del servicio de luminarias en la ciudad. Y vaya que se vio tentado: 80 milloncitos de pesos para él solo.
Aunque la carne es débil, el exfutbolista apretó los dientes y ―dice― se resistió a la tentación: “iban a endeudar a 20 años el Ayuntamiento”… y nomás por 80 melones. Todavía hubieran sido unas muchachas, tipo la Nacha Plus, igual y lo pensaba. Pero dinero, pfff. ¿Pos qué paso, creen que le va a las chivas?