Aunque el título de este post podría hacer que nuestra mente -ya muy maleada por tanta cosa que se ve en México- infiera una complicidad entre autoridades y delincuentes… pues aquí no aplica. Más bien es un ejemplo de cómo se hace la difícil chamba de policía sin dejar de mostrar algo de humanidad.
Agentes de Brasilia, Brasil, cacharon a un sujeto cuando se encontraba robando comida en una tienda de autoservicio. Como se lo pide su cargo, tuvieron que realizar la detención y presentación del hombre ante las autoridades correspondientes, pero al poco tiempo pagaron la multa correspondiente, además de comprarle alimentos y artículos de primera necesidad.
“Estaba pasando hambre, en una situación miserable. Hicimos lo que manda la ley porque cometió un delito, pero después lo ayudamos, así como ayudaríamos a cualquier ser humano en su situación”, comentó Cristina Lemos Pereira… quien por cierto no está de mal ver.
Además de echarle la mano al ladrón porque su delito era sólo para tener algo que llevarse a la boca, los policías decidieron ayudar a su detenido porque se tomaron la molestia de investigarlo y así consiguieron saber que se encontraba desempleado y tiene un hijo de 12 años al que cuida solo, ya que su esposa murió en un accidente.
Para ponerle más violines tristes al asunto, el hombre declaró que nunca fue su intención cometer el robo, pero escondió dos kilos de carne en su bolsa porque se dio cuenta que no tenía el suficiente dinero para pagarla. El monto de su fianza fue de 90 dólares, para los cuales por polis armaron la coperacha. Después de dejarlo libre, lo acompañaron y le armaron una despensa con arroz, fruta y otros alimentos básicos.
Encontrarle una chamba al sujeto le pondría una cereza al pastel, pero lo hecho por los agentes no está nada mal para comenzar a tener fe en la humanidad. Ahora si me disculpan voy a buscar fotos de la poli quitarme una basurita del ojo.
*Vía RT