Parece que las autoridades mexicanas están jugando. Este jueves 22 de enero, tras presiones ejercidas por la PGR y luego de que un tribunal dejara en libertad a Rafael Caro Quintero, ex líder del cártel de Guadalajara, se ha dictado una orden de reaprehensión para que cumpla su condena de 40 años, de la que todavía le restan 11 años y siete meses.
¿Recuerdan a Rafael Caro Quintero, uno de los capos más importantes de México y que sorprendentemente fue liberado a pesar de las acusaciones en su contra por el asesinato de un agente de la DEA y de un piloto mexicano? Bueno, pues hoy, cuando ya nadie sabe de su paradero, un tribunal emitió una nueva orden de aprehensión en su contra.
Según el diario Milenio, el Primer Tribunal Colegiado en Materia Penal del Tercer Circuito giró una nueva orden de aprehensión contra Caro Quintero “en cumplimiento de la resolución dictada por la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación”, que encontró inconsistencias en el amparo concedido al capo.
En otras palabras, el mismo Tribunal Colegiado que hoy ordenó la captura del exlíder del cártel de Guadalajara fue quien lo dejó en libertad, hecho ocurrido la madrugada del nueve de agosto de 2013.
Caro salió de la cárcel luego de 30 años de haber estado allí debido al secuestro y homicidio de Enrique Camarena Salazar, agente de la DEA, y del piloto mexicano Alfredo Zavala Avelar, ocurridos en 1985.
Tan pronto como salió de la prisión, las autoridades de Estados Unidos cuestionaron al gobierno mexicano. A la fecha, el gobierno estadounidense ofrece una recompensa de cinco millones de dólares por su captura.
Como se reportó entonces, la decisión de liberar a Caro se derivó en primer lugar por la reposición del Primer Tribunal Colegiado con sede en Guadalajara, el cual le concedió un amparo.
En este fallo, Caro Quintero fue juzgado en el fuero común y no en el fuero federal, ya que estaba acusado por el secuestro y el asesinato del agente estadounidense Enrique Camarena, pero la víctima en ese entonces no ostentaba ningún cargo diplomático, así que no hubo razón alguna para procesarlo en una instancia federal, por eso es que se dio la resolución de que el Tribunal Unitario decidiera el destino del narcotraficante.
Es decir, fue un error de procedimiento: se le quiso juzgar por el asesinato de Camarena en una instancia federal, pero como el delito era de fuero común, pues ya sólo se le procesó por los delitos de narcotráfico, sentencia que, técnicamente, cumplió en agosto de 2013.