Tanto que les ha costado a los del PRI no hacer nada para limpiar su imagen, para que con la aprehensión de Emilio Lozoya vuelvan los fantasmas de corrupción sobre el partido (que nunca se han ido y va a estar difícil para que eso suceda).
Por lo anterior, salió el líder nacional del partido, Alejandro Moreno, para pedir al respetable acordarse de que, por mucho que Lozoya haya hecho sus presuntas transas bajo el cobijo de un gobierno del PRI… eso no quiere decir que el partido esté relacionado. Es decir, echó a los leones al exdirector de Pemex y que ahí él se arregle como pueda.
“Son las personas no las instituciones quienes cometen un ilícito y debe enfrentar la ley con el debido proceso y respeto a sus garantías individuales; (Lozoya) no participó en el PRI, Enrique Peña Nieto es priista, pero al final del día no puedes vincular las conductas personales con las instituciones”, señaló Moreno, en entrevista con Azucena Uresti de Milenio.
Lo que se le olvida al líder del PRI es que, según las investigaciones del caso Odebrecht, parte de lo recibido del moche de parte de la constructora brasileña a cambio de asegurarle contratos cuando él fuera el efectivo de Pemex (cosa que a la postre sucedió) fue a dar lana para apoyar la campaña de EPN a la presidencia… pero bueno.
“Emilio Lozoya no es militante del PRI, si en el pasado Enrique Peña Nieto lo presentó como parte de su equipo es parte de su equipo”, agregó el líder del tricolor.
Le quieren echar la culpa de todo al PRI
Durante la entrevista con Uresti, Moreno hizo un intento bastante triste de mencionar la fallida campaña #ÉchaleLaCulpaAlPRI, con la cual quieren recordarle a los ciudadanos que ellos, en los 70 años seguidos que estuvieron en el poder, construyeron las instituciones y servicios de los que ahora gozan los mexicanos.
“Al PRI le quieren echar la culpa de todo, pero deben reconocer que nosotros construimos este país”, agregó Moreno.
Emilio Lozoya fue director de Pemex durante épocas de Enrique Peña Nieto (EPN). Se le acusa de varias transas durante su administración, razón por la que el gobierno de AMLO rápido le echó el guante, congelando sus cuentas y emitiendo orden de aprehensión en su contra.
Se le acusa, por ejemplo, de recibir 10 millones de dólares por parte de Odebrecht como soborno a cambio de conceder varios contratos de la paraestatal. También se le señala de haber autorizado la compra de una empresa chatarra (Agro Nitrogenados), la cual se pagó a sobreprecio y, pa’ rematar, la transacción implicó una triangulación de recursos con empresas fantasma. Caso similar con la empresa Fertinal… Y todo lo anterior, como funcionario del gobierno de EPN.