Parece que el próximo año los ciudadanos de la CDMX tendremos un presupuesto bastante austero, o al menos eso fue lo que dejó entrever la Federación al anunciar que en 2017 pasará tijera de una forma tajante a los gastos de la Ciudad.
Sin embargo, Miguel Ángel Mancera ya le saltó y se reunió con José Antonio Meade, secretario de Hacienda y Crédito Público, para revisar que el recorte no pase a amolar (taaanto) a su administración. Por otra parte, Edgar amador, secretario de Finanzas de la Ciudad de México, pegó el grito en el cielo, pues aunque la CDMX cuenta con un fideicomiso para resolver contingencias económicas, asegura que no es suficiente para atender las necesidades que la Ciudad demanda.
Después de aproximadamente 40 minutos de plática con Meade, Mancera anunció que continuarán las pláticas con el fin de mejorar las condiciones iniciales de presupuesto enviado a la Cámara de Diputados. Además dijo que hará lo propio y que le pedirá a los equipos financieros de la Ciudad de México que en las reuniones que se tendrán en esta semana sean muy precisos en puntos prioritarios para la CDMX.
Las mesas de trabajo para analizar los recursos de la ciudad comenzarán esta semana y una vez que se tengan los primeros resultados, Mancera se volverá a reunir con José Antonio Meade para buscar un acuerdo.
A pesar de que el secretario de Finanzas de la CDMX coincide en que es necesario apretarse el cinturón para tener un superávit financiero y evitar que siga creciendo la deuda, insiste en que la forma en que la federación recortó el presupuesto de la Ciudad de México es desproporcionada.
