Desde la analogía de “el matrimonio es como comer una naranja” no habíamos escuchado nada más ridículo. O quizás sí, pero en este momento no lo recordamos. El caso es que Mancera sigue con todo con sus declaraciones sin sentido y, luego de asegurar que nunca en la historia de la CDMX había disminuido tanto la violencia como con su gobierno, ahora se aventó a intentar explicar lo que para él representó abandonar su sueño presidencial para quedarse a gobernar en la Ciudad de México.
A ver, supongamos que ustedes son amantes del reguetón y, quizás, están unidos a alguien con el mismo disgusto musical. Definitivamente la mayoría no tendría muy buenas expectativas. Ahhh, pues eso es gobernar la Ciudad de México: violencia, desastre, protestas, recursos insuficientes, falta de agua… puros problemas. Ahora, imaginen que mientras viven en la desilusión, en su camino se cruza una oportunidad envidiable: “un cuate güero de ojo azul, alto; ahí lo ves… el Maluma”, fantaseó el jefe de gobierno capitalino… ehhhr, bueno, “en mi caso que te ponen ahí a una mujer muy guapa. Pues eso puede ser la ambición de la Presidencia de la República”. Y como no pueden ser “Felices los cuatro”, pues tiene que llegar el momento de la elección…
Miguel Ángel Mancera hizo una extraña analogía sobre ser candidato a la Presidencia o quedarse como jefe de gobierno; ejemplificó con #Maluma y con un esposo trabajador. #enPunto con @DeniseMaerker pic.twitter.com/9V2hVYMJpV
— Noticieros Televisa (@NTelevisa_com) 21 de diciembre de 2017
“Si eres mujer te acuerdas y dices ‘oye no, pero mi viejo, no es güero… pero cómo trabaja, bien chambeador, y pues no canta como el Maluma pero también es cariñoso, cómo no’”, dijo Mancera sobre su decisión, queriéndose alzar el cuello al insinuar que prefirió quedarse en la CDMX por fidelidad y amor… pero cuál. Sabiendo lo que pasó en la elección de candidato del muégano partidista PAN-PRD-MC, más conocido como Por México al Frente, su triste historia de amor acabó cuando Maluma, digo, la guapota mujer prefirió irse con el pirruris de Ricardo Anaya. Así que poco le duró su sueño de felicidad a Mancera y, tristemente, se tuvo que regresar con “su viejo”. Pos ya qué. “Entonces ¿con quién te quedas?, es ahí donde está el cariño. “Está la tentación, pero aquí es a donde pertenecemos y aquí es a donde nos quedamos”.
No es la primera vez que Mancera menosprecia cargos. Mientras todavía tenía aspiraciones presidenciales, el líder nacional de Movimiento Ciudadano, Dante Delgado, insinuó que el jefe capitalino se vería mejor como coordinador en el Senado que como candidato a Los Pinos. En lo nuevos términos de Mancera, algo así como que haría mejor pareja con Luismirrey que con Maluma. Ante tal arrebato, el administrador de la CDMX contestó a Delgado comentando que entonces él “sería un buen secretario de Agricultura”… algo así como “ahh, entonces tú vete con Julión Álvarez”. Y pues qué gacho que ande despreciando así a la CDMX y a la secretaría de Agricultura.