¡Atención treintañeros y seres humanos que crecieron enamorados de las Gemelas Olsen, y que se chufaron series como Full House o Two of a kind, y películas piteronas donde aparecía este par! Ahora, sus sueños más perversos pueden hacerse realidad, pues estas dos muchachas ya venden palos.
Sí palos. Y la verdad no están tan caros. De hecho en la Sopicueva hicimos la coperacha y ya nos alcanza para comprar unos, ¡sólo cuestan 28 dólares!
Hace mucho las gemelas se veían así…
Luego así…
Después así…
Finalmente una de las gemelas -sabrá Dios cuál- se operó la cara (al parecer con el mismo cirujano de Renée Zellweger pues el resultado fue igual de desconcertante). Finalmente y gracias al tiempo y a las cirugías, esto quedó:
Bueno, todo por servir se acaba.
Quizá con tanta operación ahora necesitan una lanita extra, así que Mary-Kate y Ashley se pusieron a pensar en un buen negocio y descubrieron que la forma más sencilla de obtener más dinero era vendiendo palos a precios accesibles.
Por cierto y para que no se queden con la duda, nos pusimos a buscar en libros de zoología, en enciclopedias y en foros de internet, y tras horas de investigación encontramos que la gemela que se dio su retocada en la cara fue Mary-Kate.
Volviendo a los palos…
Si algo ha caracterizado a las gemelas Olsen es el ser buenas empresarias. Por eso, desde hace un tiempo se han alejado un poco de la actuación y optaron por dedicarse al diseño de modas, creando la firma The Row, conformada por bolsos (de aproximadamente 40 mil dólares), camisetas, pantalones y joyas cuyos precios no son nada accesibles.
Sin embargo, las gemelas Olsen no tienen llenadera y pensaron en sacar un producto que pudiera ser adquirido aún por su público más jodido con menor poder adquisitivo, pero que quisiera tener algo de ellas. Y que mejor que unos palos.
Éstos vienen amarrados por una especie de estambre y cada uno trae el sello de la marca. Según ellas, es el regalo ideal para esta Navidad:
WTF?!?!
Bueno, no dudamos que alguien los quiera. Así que ahorren sus 28 dólares y pasen horas y horas de diversión con los palitos (porque están chiquitos) que ofrecen las gemelas Olsen.
Avísenle a Ivonne e Ivette que aprovechen la idea y vendan sus canas teñidas de rubio sus pelos rubios, popotes o palos. Yo sí le entró. Chin, creo que yo solito me ando albureando.