Se publicaron los resultados de las pruebas PLANEA 2017 y no son muy prometedores. Las pruebas, organizadas por la SEP y el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE) se aplicaron en 16,380 escuelas preparatorias de todo el país —había de todo: escuelas públicas, federales, estatales, particulares y autónomas— y así les fue al futuro mexicano:
El 66% de los estudiantes quedó en el nivel más bajo de Matemáticas: El N1, donde, de acuerdo al INEE, los estudiantes “tienen dificultades para realizar operaciones con fracciones…” Además, únicamente 3* de cada 100 alumnos quedó en el N4, que los acredita con conocimientos sobresalientes.
*En realidad, son 2.5 de cada 100 los que acreditaron el N4, pero como profe buena onda estamos redondeando pa’rriba.
También, las escuelas “mejor” calificadas son las autónomas. Estas escuelas, son las afiliadas con las Universidades Públicas —salten de alegría ‘prepas’ de la UNAM— y tuvieron un promedio, en matemáticas, de 535 puntos (de 800 posibles). Las peores, las escuelas con participación estatal —telebachilleratos, CONALEP’s y CECyTE’s— con 482 puntos.
Ahora, hasta el momento todo es risa y diversión; burlarse de los reprobados o de presumir si nuestra escuela es la mejor calificada… pero el reporte de resultados PLANEA 2017 también tiene algunas conclusiones que vale la pena pensar detenidamente.
De acuerdo al reporte (si quieren échenle un ojo), los resultados tan bajos que obtuvieron los estudiantes de preparatoria son un reflejo de muchos factores que incluyen “las condiciones de las instituciones educativas y el contexto socioeconómico en el que viven”
Por eso, no es de extrañarse que Chiapas tenga los resultados más bajos del país, que las escuelas con menos presupuesto tengan los resultados menos sobresalientes o que los estudiantes con mayor edad sean los peor calificados.
También, vale la pena analizar cómo “8 de cada 10 estudiantes” que tienen un padre/madre que habla una lengua indígena se encuentran en el nivel más bajo de aprovechamiento escolar y que una de las conclusiones del reporte sea que “se puede observar que la proporción de estudiantes en el nivel I (el más bajo) disminuye conforme aumenta el nivel de escolaridad de los padres.”
Es divertido ver los resultados de un examen que no tiene ningún tipo de validez oficial, que solamente fue una prueba de control, pero todas las oportunidades —hasta las graciosas— son buenas para iniciar un debate que mejore la calidad de la educación.
Fuentes: *Reporte prueba PLANEA 2017, *Página INEE