Lo que necesitas saber:

Ahora que más de 29 millones de alumnos van a regresar a clases en México acá van unos datos para dimensionar todo el contexto.

Estamos a la vuelta de la esquina del regreso a clases: más de 29 millones de estudiantes de nivel básico y medio superior retornarán a los salones en México.

La cosa es que hay varias cosas de las que tenemos que hablar para entender un poco del contexto en el que los niños y adolescentes regresarán a la escuela. Si bien las consecuencias de la pandemia por COVID-19 están lejos de desaparecer, ahora hay que sumarle el relajo de los nuevos libros de texto y otras cuantas cosas.

Foto: Cuartoscuro

¿Cómo nos va en matemáticas? La prueba PISA en México

De acuerdo con datos de la SEP y del INEGI, para el ciclo escolar pasado (2022-2023) se inscribieron 29 millones 710 mil 596 alumnos y alumnas de Educación Básica y Media Superior, de los 32 estados de México. 

Una de las formas para evaluar el nivel de aptitud de los estudiantes en ciertas áreas de conocimiento es la prueba PISA, el Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos).

El objetivo del programa es medir la capacidad de los alumnos de 15 años para utilizar sus conocimientos y habilidades en lectura, matemáticas y ciencias. Se aplica cada 3 años.

¿Qué tal nos va en México? Revisamos los resultados de la prueba PISA 2018, que fue la última aplicada en nuestro país.

Los estudiantes mexicanos obtuvieron un puntaje por debajo del promedio de la OCDE en las tres áreas de evaluación (lectura, matemáticas y ciencias). Solo el 1% obtuvo un desempeño en los niveles de competencia más altos, que son el 5 y el 6.

El puntaje máximo que se puede obtener es de 600 puntos y los estudiantes mexicanos obtuvieron 420 como promedio en el área de lectura. El promedio en México en el área de matemáticas fue de 409 puntos y de 419 en ciencias.

Foto: PISA 2018

Van otros datos interesante: las mujeres obtuvieron 11 puntos más en lectura que los varones. Esta diferencia fue menor que la que se observó en 2009, cuando era de 25 puntos, pero el rendimiento de los varones se mantuvo estable. 

Del otro lado de la moneda, los varones superaron a las mujeres en matemáticas por 12 puntos y en ciencias por 9 puntos. 

¿De qué forma se ha comportado el desempeño de los estudiantes de 15 años a través de los años? La primera vez que México aplicó la prueba PISA fue en el 2000.

Por ejemplo, en la siguiente gráfica observamos que en lectura nos hemos mantenido estables, aunque el punto máximo fue alcanzado en 2009, cuando obtuvieron 425 puntos y desde entonces ha ido disminuyendo hasta 420. 

En ciencias la tendencia es a la alza desde que obtuvimos 410 puntos en 2006 y hasta 419 puntos en 2018. Donde va peor la cosa es en matemáticas, área en la que los puntos bajaron de 419 en 2009 hasta 409 en 2018.

Foto: PISA 2018

La línea azul que aparece en las gráficas, más arriba, es el promedio de todos los países de la OCDE en cada área, a través del tiempo.

Pero ¿qué pasó con los resultados de la prueba de 2021? Justo fue el momento en que la pandemia de COVID-19 nos encerró a todos y provocó que los niños tomaran clases a distancia, a través de una computadora.

En México la prueba PISA de 2021 fue re-programada para un año después, en el 2022, pero la fecha nunca llegó. Todo parece que fue suspendida hasta una fecha indefinida.

Si México ya no aplica la prueba, sería el primer país en abandonar la aplicación de la evaluación diagnóstica. En este regreso a clases habría que reflexionar si tenemos que regresar a aplicarla.

Rezagos educativos por la pandemia de COVID-19: los platos rotos

Como lo mencionamos anteriormente, la pandemia de COVID-19 provocó que millones de niños y jóvenes en México y en el mundo dejaran de tomar clases en la escuela y las tomaran en casa, a través de una computadora, un celular o la televisión, en el mejor de los casos.

¿Qué tan graves fueron esos años y cómo estuvo el regreso a clases? De acuerdo con estimaciones del Banco Mundial, la pandemia por este virus respiratorio provocó un rezago que equivale a dos años de escolaridad.

Foto: IMCO/Banco Mundial

Va otro dato preocupante: el Banco Interamericano de Desarrollo calcula que por lo menos 628 mil jóvenes de entre 6 y 17 años interrumpieron sus estudios debido a la crisis económica de la pandemia.

Esto implica un retroceso de 13 años en el nivel de asistencia escolar. El IMCO (Instituto Mexicano para la Competitividad) explica que un país con una población que tiene menos habilidades enfrenta 2 tipos de costos económicos. 

Para empezar, los trabajadores tendrán menor acceso a empleos mejor pagados. El Banco Mundial estima que el estudiante promedio puede perder el 8% de su ingreso anual futuro, lo que equivale a un mes de salario al año por el resto de su vida productiva.

Ya si lo observamos a nivel nacional, la OCDE estima que en los próximos años todo este asunto le podría costar al país un monto de hasta 136% del PIB del 2019. 

Es decir, que México dejaría de producir hasta 1.7% del Producto Interno Bruto (PIB) cada año, algo así como lo que gastó la SEP en 2019. Preocupante… pero muy preocupante.

En este contexto es que aparece el relajo de la Nueva Escuela Mexicana y los libros de texto de la SEP.

Los libros de texto y la nueva reforma educativa

Todo tiene que ver con la reforma constitucional en materia de educación que se hizo por allá de 2019, ya en la administración del actual presidente Andrés Manuel López Obrador, y que acabó con la reforma educativa de 2013, con Enrique Peña Nieto.

El asunto se basa en la Nueva Escuela Mexicana (NEM) que a su vez es el “alma” del Acuerdo Educativo Nacional. 

El objetivo primordial de la Nueva Escuela Mexicana es reorientar al sistema educativo nacional para poner en el centro de su esfuerzo el aprendizaje de niñas, niños, adolescentes y jóvenes“, afirmó en su momento el entonces secretario de Educación, Esteban Moctezuma Barragán.

Foto: Michael Balam-Cuartoscuro.

Dijo también que este nuevo acuerdo garantizaba el derecho de las maestras y los maestros a un sistema integral de capacitación, con mayores herramientas para que puedan desarrollar sus funciones, así como la capacitación para los contextos locales y regionales. 

Entonces la Nueva Escuela Mexicana es una propuesta pedagógica que tiene por objetivo “el desarrollo humano integral del educando, reorientar el Sistema Educativo Nacional, incidir en la cultura educativa mediante la corresponsabilidad e impulsar transformaciones sociales dentro de la escuela y en la comunidad”. 

De esta nueva propuesta salen los libros de texto, que ahora son objeto de conferencias vespertinas desde Palacio Nacional tras el escándalo del comunismo.

Y para esto hay que mencionar que los grados de primaria que todos estudiamos y conocemos, ahora son fases. Las Fases de Aprendizaje son la nueva forma en la que la SEP busca acomodar el sistema educativo en México. 

En lugar de materias consecutivas o grados escolares —ya saben: primero, segundo o tercero—, el gobierno espera que estos cambios sean más progresivos y se vean como un proceso permanente de conocimiento.

Foto: SEP

El asunto es que todo esto viene a modificar los planes de estudio y todo en general, incluidos los libros de texto que la SEP entrega de manera gratuita a los estudiantes en México.

Dejando de lado todos los memes y burlas en redes sociales, acá les echamos un ojito y encontramos varias cosas: son MUY distintos a los anteriores.

Una de las principales cosas que notamos es que saltan de un tema a otro como si de una licuadora de contenidos se tratara. Hablan de contaminación y brincan a números naturales. Sucede en todos los tomos, pero, solo como ejemplo: en los libros de 3º de primaria pasan de hablar del sistema locomotor del cuerpo humano —en la página 70— a, una hoja después, darte una lección sobre los ángulos rectos. Solo vean este índice.

Foto: SEP

Entonces, claro, los libros de texto tienen apenas una embarradita de cada tema porque se planea, al menos en papel, que sean los maestros quienes cambien la manera de enseñar.

El problema, al menos hasta hace unas semanas, es que los profesores estaban siendo aventados al ruedo sin la capacitación necesaria para saber cómo aplicar los cambios esperados.

Platicamos con Ana Ofelia Castillo, quien es maestra en una escuela pública del Valle de México y en este ciclo escolar estará al frente de un grupo de 5° grado de primaria.

Una de las cosas que más le preocupa, a ella y a los profesores de la escuela en la que trabaja, es que nadie sabe a ciencia cierta qué van a hacer. Afirma que todo lo que sabían, al menos hasta ese momento, era lo que si directora les contó, información que alguien superior le contó y así, como un teléfono descompuesto.

Y que claro, todo esto vendría a hacer más difíciles las cosas para los estudiantes que ya venían con deficiencias de la pandemia.

Será cuestión de tiempo para ver si esta nueva estrategia fue aplicada correctamente en las escuelas de nuestro país y si funcionó en el regreso a clases.

No podemos olvidar que hay varios estados que detuvieron la distribución de los libros de texto gracias a amparos. En el caso de Coahuila, por ejemplo, fue la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) quien concedió la suspensión definitiva en tanto analizan el caso.

Otros casos en los que los padres de familia de plano quemaron los libros porque “son cosas del diablo”.

Bullying, uno de los principales pendientes en el regreso a clases

En marzo de este año nos enteramos de la historia de Norma Elizabeth Ramos Pérez, una alumna de secundaria que murió a causa de un traumatismo craneoencefálico tres semanas después de una pelea.

De acuerdo con la familia, Norma había sido víctima de bullying y acoso escolar por mucho tiempo, hasta que una pelea con otra estudiante acabó con su vida. Lamentablemente este caso no es el único.

En octubre de 2022, la Redim publicó una recopilación de datos sobre la violencia escolar en México a partir de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT) Continua 2021 y del Registro de Lesiones 2019-2021, ambos de la Secretaría de Salud.

Con la ENSAUT, la Redim encontró que en todo México, 30.7 mil personas de entre 10 y 17 años habían sufrido violencia física en la escuela, en los últimos 12 meses.

10.1 mil niñas y adolescentes y 20.6 mil niños y adolescentes. Eso quiere decir que 2 de cada mil niñas, niños y adolescentes de entre 10 y 17 años habían sido víctimas de violencia física en la escuela durante 2021 —año en que comenzó el regreso paulatino a clases por la pandemia de COVID.

Foto: Pexels.

La prueba PISA de 2018 también revela que en México el 23% de los estudiantes reportó haber sufrido bullying al menos algunas veces al mes. Eso es muchísimo.

Va otra fuente. La organización no gubernamental internacional llamado Bullying Sin Fronteras reporta que en general los casos de bullying en todo el planeta han ido en aumento: 6 de cada 10 niños lo sufren en la escuela.

El informe de 2021-2022 revela que esta práctica es responsable de más de 200 mil fallecimientos cada año, ya sea por homicidio o por inducción al suicidio. Es más, de acuerdo con esta información, México lidera la lista de países con más casos de bullying, seguido por Estados Unidos, España y Brasil.

Ahora, de 2022 a 2023 la Comisión de Derechos Humanos de Edomex (Codhem), uno de los estados con más casos, registró 483 quejas por bullying escolar, los cuales son tipificados como una violación al derecho a la educación sin violencia.

¿Qué es lo que falta por hacer en este regreso a clases y en los años que siguen? Si bien en el Congreso se han presentado varias iniciativas para ponerle un fin o al menos reducir este grave problema, están atoradas y la situación está lejos de mejorar. 

Solo para que nos demos una idea: no hay cifras o estadísticas nacionales que permitan hacer un diagnóstico de la situación. Si bien hay algunas cifras de años pasados, los números contrastan de las distintas fuentes.

Foto: Juan José Estada-Cuartoscuro.

Este, a grandes rasgos, es el panorama al que se van a enfrentar los niños, niñas y adolescentes con el regreso a clases. Si bien la situación se ve un poco complicada por todos los factores y cambios, será cuestión de tiempo para medirle el agua a los camotes: si a largo plazo la estrategia funciona para reducir el rezago educativo o se pone peor.

Comida chatarra

Por medio de sus redes sociales y en su página web, la organización mexicana independiente El Poder del Consumidor publicó algunas cifras sobre el entorno escolar alimentario no saludable para los niños que hubo en el ciclo escolar 2022-2023. 

Se recibieron 13 mil 432 reportes de un total de 9 mil 381 escuelas reportadas… ¿qué encontraron?

De este total de escuelas, el 93% vende bebidas azucaradas, el 98% vende comida chatarra y el 75% tiene venta externa de comida chatarra. 

Del otro lado de la moneda, solo el 3% cuenta con un comité de vigilancia, el 22% cuenta con bebederos o dispensadores, el 10% ofrece cereales integrales, el 20% ofrece frutas y verduras, además de que el 10% ofrecen semillas. 

Ojo con esto: solo 2 de cada 10 escuelas tienen acceso a frutas, verduras y bebederos funcionales. 

Foto: El Poder del Consumidor

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Yo soy Gabriela Espinosa, pero díganme Gaby, si no siento que me regañan. Trabajo como reportera y redactora en Sopitas.com desde 2018 y desde entonces me enfoqué, en su mayoría, en hard news. En diciembre...

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