Aunque se pensó que las vacunas contra COVID-19 estarían listas en el segundo semestre de 2021, los esfuerzos pudieron adelantarse a esta meta, en una carrera a contrarreloj. Justo por esta labor, un grupo de científicos y científicas fue reconocido con el premio Princesa de Asturias de Investigación Científica y Técnica 2021.
Se trata de Katalin Karikó, Drew Weissman, Philip Felgner, Uğur Şahin, Özlem Türeci, Derrick Rossi y Sarah Gilbert, quienes desde distintas trincheras se rifaron en la investigación para el desarrollo de las vacunas contra COVID-19.
Por aquí les dejamos un breve perfil de su labor —que este 23 de junio fue reconocida por la Fundación Princesa de Asturias—, y que precisamente creó una cadena de retroalimentación entre los mismos científicos, porque cada aporte sumó al desarrollo de las vacunas.
BioNTech: Uğur Şahin, Özlem Türeci y Katalin Karikó
La vacuna de Pfizer-BioNTech fue la primera entrega que México recibió en diciembre de 2020. Y bueno, para que sus dosis fueran distribuidas en nuestro país y el mundo, hubo un gran trabajo que comenzó en los laboratorios de quien es considerada como la madre de la vacuna contra COVID-19.
Katalin Karikó, bioquímica de Hungría —pero que gran parte de su trabajo lo desarrolló en el gabacho—, y vicepresidenta de BioNTech, trabajó en el desarrollo de la tecnología ARN mensajero, una molécula que genera una respuesta inmune ante un virus, basándose también en las investigaciones de otro científico, Drew Weissman (cuya labor también fue premiada por la Fundación Princesa de Asturias).
Karikó puso su granito de arena en la investigación para crear células inmunes, encargadas de producir los anticuerpos de la vacuna.
Además, en el desarrollo de esta investigación, también se supo que el ARN mensajero pudo dar a las vacunas contra el cáncer un plus en el sistema inmunológico contra el desarrollo de tumores.
El trabajo de Karikó en BioNTech ha sido acompañado por el de los alemanes de origen turco Uğur Şahin y Özlem Türeci, un matrimonio que ha dedicado sus esfuerzos a la investigación.
Özlem Türeci es una médica, inmunóloga y empresaria, cofundadora y directora de BionTech. En colaboración con Pfizer, su equipo se encargó de desarrollar una vacuna contra el SARS-CoV-2 y en noviembre de 2020, los esfuerzos se materializaron al hacer oficial la eficacia de más del 90% de esta vacuna.
Derrick Rossi
Biólogo, fundador de la farmacéutica Moderna e investigador canadiense, Derrick Rossi comenzó desde hace una década una investigación sobre terapias celulares y este trabajo trazó el camino —sin que fuera ese el objetivo— para el desarrollo de una vacuna contra COVID-19.
El trabajo de Rossi se enfocó en el desarrollo de células madre y el uso del la tecnología de ARN mensajero —ya con los aportes de Katalin Karikó y Drew Weissman.
Sarah Gilbert
Investigadora de la Universidad de Oxford, Sarah Gilbert lideró un equipo de 300 especialistas de esta institución que, en mix con la farmacéutica AstraZeneca, se encargó de desarrollar una vacuna contra el COVID-19.
Y en una carrera a contrarreloj, la bioquímica británica dirigió con éxito una investigación que ha impactado en el mundo y ha servido como una especie de escudo contra la pandemia.
Drew Weissman
Ya hemos leído el nombre de Drew Weissman a lo largo de este texto, ya sea porque fue la base para la investigación de Derrick Rossi o porque aportó a las investigaciones de la húngara Karikó.
Weissman es inmunólogo por la Universidad de Pensilvania y su trabajo se ha centrado en el desarrollo del ARN mensajero, cuyas líneas de investigación fueron bien importantes para la creación de las vacunas ARN contra el coronavirus.
Philip Felgner
Bioquímico y biólogo molecular de la Universidad de California, Felgner también construyó el camino para el desarrollo de las vacunas ARN contra el coronavirus, ya que su trabajo se ha destacado en la investigación y producción de la tecnología del ARN mensajero.