Durante el fin de semana, la corriente Nueva Izquierda (NI) del PRD se reunió para hacer un balance post-electoral. O sea, lamerse las heridas después de la apabullante derrota. Durante la junta, presentaron un análisis del resultado que describe perfecto su situación: no les ayudó el candidato, sus gobiernos andan reprobando, su voto útil no jaló, su voto duro no apareció y tampoco agarraron nuevos votantes.
El partido del Sol Azteca decía: “La coalición a la que se integró el PRD fracasó, principalmente por el candidato que la encabezaba. Es irrebatible la evidencia de nuestro voto cruzado, nos equivocamos. Es muy posible que, con candidato propio, el resultado electoral no hubiera sido peor, en cambio, el beneficio político sería mucho mayor”.
La democracia es el principio fundamental que rige la vida de nuestro partido, tanto en sus relaciones internas como en su acción pública, por lo tanto, los afiliados, organizaciones y órganos del PRD están obligados a realizar y defender dicho principio. #EsPorTi pic.twitter.com/Vx8Lmu64AT
— PRD (@PRDMexico) 6 de agosto de 2018
El análisis, elaborado por la Secretaría Electoral del PRD apareció publicado en El Universal y es importante aclarar que no solo se dedica a tirarle a Ricardo Anaya por su fallida intentona presidencial. También, tenían su grado de autocrítica: “Los resultados mostraron una fuerte reprobación ciudadana a nuestros gobiernos”, decían.
En el documento mencionaban el tsunami de Morena, pero aclaran que “no es pretexto”. Sin embargo, sí hacen énfasis que ellos —junto a Nueva Alianza y el PES— fueron los partidos más golpeados. La única diferencia es que a ellos los salvaron sus votantes “más duros”, aunque el análisis dice que perdieron el 12% de voto duro.
Fue error coaligarse con el PAN, según PRD.
Concluyeron que el “Frente” fracasó, principalmente por el candidato que lo encabezaba. https://t.co/UGCVPoBgjW pic.twitter.com/HstJhuqUKc— POLÍTICO México (@politicomx) 6 de agosto de 2018
Antes de las elecciones, el partido tenía unos números mínimos que esperaban alcanzar. La cosa es que aun así se quedaron lejos de la meta: solo alcanzaron el 68%. Además, su voto presidencial no llegó ni a la mitad. Su “voto útil” fue menor de 500 mil personas y de encima, por la naturaleza de la alianza, el 54% de sus votos a diputados terminó en manos de Ricardo Anaya.