Si hay algo que los políticos del país hacen de maravilla es deslindarse… pero cuando esto ya es imposible entra en acción otro recurso que también se les da mucho: acusar. Un ejemplo de esto es lo que conmovedoramente está realizando la tribu perredista de “Los Chuchos”, que impedida para limpiarse de la embarrada que les propinó el ex edil de Iguala, José Luis Abarca, ahora acusan la ola de señalamientos por su responsabilidad en la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa.
Y pues sí, como lo señaló el ex dirigente nacional del PRD, Jesús Ortega, en estos momentos es imposible para ellos deslindarse de Abarca –ya detenido– quien en su momento fue apoyado y postulado por el Sol Azteca, pero de eso a que todo el partido sea responsabilizado de lo ocurrido en Iguala es –según el Chucho mayor– una acusación “grotesca”:
“Asumimos la responsabilidad política de haber admitido que Abarca fuese postulado como candidato a presidente municipal de Iguala por una coalición en donde participaron el PRD, el PT y Movimiento Ciudadano (…), pero no puede ser responsabilizado de actos ilícitos de alguien en particular”.
Ortega arremetió en especial contra los medios de comunicación, a quienes acusó de llevar a cabo una campaña de linchamiento que sirve para distraer la atención del verdadero responsable de dar seguridad en el estado: “Es una campaña de odio, alentada por algunos medios de comunicación que no contribuyen a resolver la grave crisis y provocan encono. Así empezaron las dictaduras en otros países”, sentenció.
En conferencia de prensa en la que no logró conmover a ninguno de los presentes, la dirigencia de “Los Chuchos” también se refirió al líder de Morena, Andrés Manuel López Obrador a quien acusó de también haber dado su apoyo a Lázaro Mazón, personaje vinculado también a Abarca. Luego se fue contra el cardenal Norberto Rivera, responsable de la publicación de un texto en el que se acusa a la izquierda mexicana de la situación actual del país… y así pasó lista de medios como Televisa, El Universal y Reformas.
Ya después de desahogarse, Ortega cedió la palabra a otros ex líderes perredistas, como Jesús Zambrano, que apenas hace dos días recibió reclamos de una “minoría” en CU y criticó que la legisladora Aleyda Álvarez acuse que el lugar donde se detuvo a Abarca en Iztapalapa es de influencia de Nueva Izquierda, o sea, territorio “Chucho”.
En suma, dijeron, ellos son una izquierda responsable y democrática… y quien diga lo contrario es que forma parte de una “campaña de odio” en su contra.
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