Ahora que sabemos de dónde viene todo el imperio que ha edificado la primera dama y seguramente mucho elenco de Televisa querrá revisar los términos de su contrato de exclusividad, pues no podían faltar los esperados memes cuya materia prima es el origen de la mal llamada #CasaBlancadeEPN.
Por si se fueron a dormir temprano y no están enterados, ayer durante siete minutos y en horario estelar Angélica Rivera -actriz y esposa del presidente, Enrique Peña Nieto- explicó de dónde obtuvo tanta marmaja para hacerse de su residencia y del terrenito donde construyó su mansión… sí, aunque no lo crean, tooodo viene de su fructífera carrera artística…
Pero sobre todo, aclaró que no existe ningún conflicto de intereses entre EPN, ella y la inmobiliaria con la que hizo la tranza…transacción. Sí, una de las empresas beneficiadas con la licitación del tren México-Querétaro, la cual de por sí estaba tan enrarecida que hasta se tuvo que cancelar… pura coincidencia, ¿no lo creen?
¿Quieren una mansión como en la que iba a vivir EPN? sí, la va a vender… pero no importa, seguro le alcanza para una igual o mejor… Pues tienen que tener un CV más o menos así: “Inicié mi carrera artística desde los 15 años, trabajé 25 años con la empresa Televisa, entre otras cosas realicé telenovelas que no solamente fueron vistas en México, sino en muchos otros países del mundo con una alta audiencia”.
Entre los churros trabajos en los que doña Gaviota vertió su arte y que no le valieron ningún reconocimiento –bueno, sin contar sus tres premios TVyNovelas- se encuentra el filme de culto ¡Aquí esp-p-antan!…y nomás… ya en TV la cosa cambia y grabó joyas como Alcanzar una estrella II, Mariana de la noche, Mi pequeña Soledad, La dueña, entre unas cuantas más… claro sin olvidar su mega éxito Destilando amor.
No lo malinterpreten, la chamba es la grabación de una novela…
Claro, no podemos dejar de mencionar que también le entró a la cantada y grabó temas para las telenovelas Destilando amor y Alcanzar una estrella II, este último éxito entre la chaviza noventera donde se contaban las peripecias de un grupo llamado “Muñecos de Papel”…
Ya con los anteriores ejemplos quedó más que claro que no hay nada turbio en que una actriz de la talla de la primera dama pueda hacerse de una mansión de siete millones de dólares…
Y esta información se la proporciona al quejoso pueblo de México no por obligación, ya que ella nomás es ciudadana y no servidora pública… parece que no vale su cargo de presidenta del Consejo Ciudadano Consultivo del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF)
En fin, quiénes somos para cuestionarla… Al contrario, agradecidos debemos estar de que motiva a las familias mexicanas a hacerse de su patrimonio. Trabajando sí se puede.
A ver en unos años qué mansión nos presume la hija de la primera dama, que por cierto, también le entró al ambiente artístico y desde muy joven ya cosecha premios.