Se recibió dinero, se entregó a una menor, pero no fue compra-venta. Una pareja alegó el respeto a sus tradiciones, esto al entregar a su hija de 14 años a un joven de 18 por la cantidad de 65 mil pesos.
La menor que responde al nombre de Alma Delia, logró escapar de su comprador, el cual la obligó a sostener relaciones sexuales… pero al momento de ser presentados los responsables de la transacción –o sea los padres- antes las autoridades, el Ministerio Público de Delitos Sexuales aceptó la versión de la madre que sostenía que para nada se trataba de “trata”, sino más bien de la bonita tradición de la “dote”.
Estos hechos ocurrieron en Tijuana, Baja California… y sí, como leyeron bien, la madre de la menor de edad entregó a su propia hija a un hombre que desembolsó 65 mil pesos, ya que consideró que pese a contar sólo con 14 años “se trataba de una mujer en edad de contraer matrimonio”… –según la señora- por el respeto a una costumbre que aún prevalece en la comunidad de donde proviene –ubicada en Guerrero-, consistente en aceptar dinero por la realización de las nupcias.
La menor de edad, como pudo, huyó de su “romántico” comprador y buscó refugio con una vecina, sin embargo, los padres la localizaron para regresarla con Zacarías –nombre del quejoso consumidor- y así respetar el trato; en ese momento la policía realizó la detención de los involucrados gracias a las denuncias que interpusieron varios vecinos.
La versión de los hechos contada por la niña no pesó ante las autoridades, las cuales aclararon que en realidad a ella simplemente “no le gustó tener relaciones sexuales con su novio.” Pese a que en Baja California no existe la figura de “usos y costumbres”, personal de la Procuraduría del Estado determinó que “no había delito que perseguir”, dadas las costumbres de la familia… lo más que puede hacerse es regresar el dinero de “la dote” y todo como si nada.
