Normalmente cuando una persona piensa en la imagen de un miembro del magisterio la asocia con los profesores que tuvo en su infancia y adolescencia, figuras cargadas de un poder en diferentes sentidos, moral cuando era positivo y represor cuando era negativo. Sin embargo, la mayoría pasa por alto que el sindicato de maestros es uno de los poderes políticos más importantes de nuestro país.
Cuando vemos las protestas de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) en las calles estamos observando la muestra del músculo de otro de los poderes fácticos de México, el cual puede enfrentarse directamente con los poderes establecidos. Los dirigentes de la CNTE usan a los integrantes del sindicato para actuar como bloque de presión, amenazando con afectar vialidades como mecanismo para lograr sus demandas, muchas veces violentando derechos de terceros.
La mayoría de los miembros del CNTE sólo son instrumentos de sus dirigentes, quienes prácticamente conducen las acciones de sus agremiados
Es necesario considerar que las exigencias de la CNTE, van más allá de la evaluación, están plasmadas en el “Pliego Petitorio CNTE 2015”, en el que más allá de la suspensión de las evaluaciones y el otorgamiento de las plazas piden resolver “la crisis capitalista mundial”. Para ello, exigen: la presentación con vida de los normalistas de Ayotzinapa y la libertad de los presos políticos; que cese la represión “física y psicológica” a los miembros de la CNTE; que se cancelen todas las reformas; que los resolutivos de la CNTE sean “elementos centrales del Nuevo Modelo Educativo del país”; que se otorgue “plaza de base” a todos los maestros; que se pague a los comisionados sindicales de la CNTE; que el 12% del PIB se destine a la educación; que haya plaza automática para todos los normalistas egresados de las normales públicas y que se le otorgue un 100% de aumento al salario de los maestros activos y jubilados.
Con un modelo educativo obsoleto, es entendible que se crean incapaces de aprobar una evaluación que incluso podría dejarlos sin trabajo, es cierto, su permanencia no debería estar determinada por un examen, tendrían que estar en capacitación constante.
Ante este miedo generalizado, se difundió el rumor de que como parte del boicot de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación hacia la “evaluación punitiva”, se difundió el #CNTEvsInternet, quitarían el internet de las escuelas públicas, porque lo consideran como un medio para realizar dicho examen.
Y aunque no es difícil creerlo (cuando revisamos nuevamente su pliego petitorio), no fue una acción generalizada, ni surgió de la Coordinadora, fue un comentario de un profesor de una de las facciones en Oaxaca, quien decidió que el Internet también era parte del problema.
Afortunadamente, ya se llegó a un acuerdo, los maestros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación regresarán a clases en Oaxaca el próximo miércoles 17 de junio, el 70% de los profesores regresan al término del ciclo escolar y de ahí otra vez al plantón (hasta que los detengan).
