El 30 de septiembre, un grupo armado sometió a 30 jóvenes que celebraban un triunfo deportivo en una casa en Jiutepec, Morelos. Dos chicas fueron violadas y todos fueron golpeados y heridos de gravedad. Los hechos ocurrieron a 200 metros del lugar en el que se suicidó Benjamín Mondragón Pereda “El Benjamón”, uno de los líderes de los Guerreros Unidos. Ayer por la noche se anunció la captura de uno de los responsables.
El día de los hechos, los jóvenes, todos de entre 19 y 23 años, celebraban el triunfo de las integrantes de la selección estudiantil de voleibol de la UPEMor en un campeonato estatal ocurrido en agosto. Al rededor de las 17:30 horas, un grupo de entre 6 y 7 hombres encapuchados y armados saltaron por la barda del jardín, sometieron a los jóvenes, obligaron a desnudarse a algunos y abusaron sexualmente de dos chicas. Todos fueron despojados de sus pertenencias.
Más tarde, alguno de los chicos levantaron una denuncia ante la Fiscalía del estado. No obstante, consta en el acta que ninguno de ellos pudo describir a los atacantes debido a que llevaban el rostro cubierto. Además, la Fiscalía determinó que la escena del crimen había sido alterada, lo que entorpecería la investigación.
El día de ayer, no obstante, la propia Fiscalía General del Estado anunció que uno de los presuntos agresores había sido identificado y detenido, acusado de múltiples delitos. Se trata, afirman, del líder de los atacantes. La fiscalía afirma que el arresto estuvo fundamentado en un retrato hablado y en los antecedentes penales del detenido, Ulises “N”.
Además de la terrible violación a derechos ocurrida en Jiutepec, llama la atención que el hecho haya sido reservado y cobrara fuerza mediática hasta que transcurrió un mes. Hace un par de días, la noticia comenzó a circular entre los principales medios de comunicación, que horas más tarde anunciaban también la detención del sospechoso.
Los medios ligan a los Guerreros Unidos, el grupo del crimen organizado que, en complicidad con las policías municipales de Iguala y regiones cercanas, dieron muerte a 6 personas y desaparecieron a 43 estudiantes de la Escuela Normal de Ayotzinapa, Guerrero con la región.
En efecto, el operativo para detener al líder de esta organización, que terminó con su suicidio (según la versión oficial), tuvo lugar a 200 metros de la casa en la que los chicos tendrían su fiesta.
Algunos medios, como el Universal, han señalado que el aumento de la violencia en la región está íntimamente ligado a la llegada de la administración perredista tanto a la localidad como al estado, en donde prosperaron cárteles como el del Pacífico Sur, responsables del asesinato de Juan Francisco Sicilia, hijo del escritor Javier Sicilia.
Por supuesto, cabe esperar y desear que el detenido sea, en efecto, responsable de los hechos y el líder del grupo, de tal manera que puedan tomarse medidas en su contra y que se logre la detención de todos.
Lo que nos resulta particularmente raro es el olor a capital político que tiene el manejo de la información en uno de los estados que registrarán elecciones en 2015. ¿Qué están dispuestas a hacer las administraciones al manejar las violaciones a derechos a su favor en el panorama mediático?
En la imagen: Silvia Salazar Hernández, presidenta de Jiutepec
Vía: El Universal, SDP