Benedicto XVI aseguró que se retiraría a la oración luego de terminar su periodo en el ministerio petrino, primero a la hermosa ciudad de Castel Gandolfo y luego a un monasterio en el Vaticano. Para muchos, la permanencia del alemán en la Santa Sede se debe a que ahí encontrará tranquilidad y estará cerca de sus pares, sin embargo, las razones podrían ser más obscuras.
Benedcito ya ha sido señalado, desde la época de Juan Pablo II debido a los escándalos de abusos a menores; documentos y entrevistas anónimas han confirmado que ambos pontífices sabían la dimensión del problema pero nunca actuaron de manera contundente.
Si Benedicto XVI envió algunas cartas a Irlanda para pedir perdón por los actos de pederastia, el manejo que hizo de estos crímenes no fue más allá: lo que para los conservadores fue un acto de misericordia y humildad fue una burla para las familias que no quieren cartas ni perdones, sino juicios laicos, cárcel para los criminales que abusaron de sus hijos.
Muchos han tratado de entablar juicios legales en contra del Papa (como Richard Dawkins y Christohper Hitchens) pero la Santa Sede asegura que los sacerdotes son empleados de sus propias diócesis no empleados del vaticano y que el Sumo Pontífice no tendría por qué responder por sus actos legalmente, toda vez que su figura no es la de Director Ejecutivo de la organización.
Ahora que Benedicto XVI ha renunciado al cargo, la Santa Sede deberá ser el lugar de residencia del Papa no sólo para otorgarle tranquilidad espiritual sino seguridad jurídica. El Vaticano en una ciudad-estado, uno de los microestados europeos y desde luego, esta identidad jurídica le otorga el poder de autolegislarse. Se dice que el Vaticano es la única monarquía teocrática en Europa pues el Sumo Pontífice es también el Supremo Jefe de Estado, a pesar de que muchas de las tareas le sean delegadas al Secretario de Estado. Si se quisiera procesar a Benedicto por cualquier delito sería muy difícil si este conserva su residencia en el Vaticano pues habría que dialogar con sus estatutos jurídicos.
“Su presencia continua en el vaticano es necesaria, de otra forma se encontraría indefenso. No tendría su inmunidad, sus privilegios, su seguridad, si estuviera en cualquier otro lugar”, afirmó un oficial del vaticano en entrevista con The Huffington Post.
Además Los Pactos de Letrán, firmados en 1929, entre el Vaticano e Italia (aquellos a través de los cuales la Santa Sede obtuvo su rango de Estado) también protegerían a Benedicto XVI en caso de que se quiera hacer un movimiento jurídico o político en contra del Papa retirado. El artículo 24 dice que
La Ciudad del Vaticano será considerada siempre y en todo caso, territorio neutral e inviolable.
La protección para el Papa a partir de los tratados, era prioridad del estado, por ejemplo, el artículo 8 (antes de la revisión de 1984) declaraba que:
Italia, considerando sagrada e inviolable la persona del Sumo Pontífice, declara punitivo cualquier atentado que se cometa contra ella y la provocación a cometerlo, con las mismas penas establecidas para el atentado y la provocación a cometerlo contra la persona del Rey.
Las ofensas e injurias públicas cometidas en territorio italiano contra la persona del Sumo Pontífice mediante discursos, hechos o escritos, serán punidas como ofensas e injurias contra la persona del Rey.
Otra de las razones por las que Benedicto XVI debe permanecer en la Santa Sede es debido a que el Vaticano quiere evitar que el lugar de residencia (en el extranjero) del Papa se convierta en un lugar de culto. En el caso de que el nuevo Papa establezca reformas que no agraden a la congregación más conservadora, ésta podría concentrarse en el lugar en donde el Para resida, como Alemania por ejemplo.
Así que no podemos pensar que los movimientos del Papa, sus decisiones futuras, dependen sólo de sus arrebatos morales o su cansancio físico; hay también intenciones de seguridad nacional del Vaticano y de garantía jurídica hacia el Papa, de tal forma que el representante de Dios en la Tierra tenga que enfrentarse solamente a la ley de Dios y no a la de la Tierra.