Por lo 20 establecimientos tipo Table Dance han cerrado sus puertas desde anoche y de manera indefinida como medida preventiva y protesta ante los operativos contra la trata de personas realizados por la Procuraduría del Distrito Federal.
Según Reforma, la medida fue un consenso entre los dueños y los trabajadores después del operativo realizado en el centro nocturno Calígula Men’s Club ubicado en la Colonia Roma el fin de semana pasado que terminó en varias detenciones.
Es así que establecimiento ubicados en las delegaciones Álvaro Obregón, Benito Juárez y Cuauhtémoc avisaron que no darían servicio.
Los inconformes aseguran que fue convocada una manifestación el día de hoy a las 2 de la tarde frente a las instalaciones de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal ubicada en la Colonia Doctores. La manifestación se realizará con el fin de exigir diálogo con las autoridades, respeto a la profesión de las bailarinas y evitar que se inculpe a los trabajadores de esos negocios.
A pesar de que los negocios inconformes argumentan que no presentan ninguna irregularidad, los encargados de negocios como Pompeya, La Envidia, Garden Club, Calígula (San Ángel) y Queen’s expresaron que prefieren cerrar a exponer a su clientela o a su personal a que sean detenidos.
Hay que recordar que la trata de personas es un problema terrible pues es una manera de esclavización de las personas que la sufren, pero la mera clausura de los establecimientos nocturnos no evitará que esta práctica se siga dando. Las medidas deben de penetrar en los centros de las organizaciones criminales que realizan este tipo de prácticas y en las circunstancias que permiten o, más bien, empujan a las mujeres (y hombres) a caer en las redes de los criminales que se dedican a explotar los cuerpos de las personas (falta de oportunidades, educación, mejores salarios, exclusión, sobre todo de inmigrantes, etcétera).
Recordemos que hace unos días cayó la líder de una organización que se dedicaba (según ella) a ayudar y defender los derechos de las sexoservidoras y que al final del día resultó ser un centro de explotación sexual.
El gobierno debería buscar la manera de realizar estos operativos pero que no termine en la criminalización de este tipo de establecimientos (pues, como ven, hasta las organizaciones «protectoras de derechos» han caído en estas prácticas).
