Jean Luc Godard es el sobreviviente de la Nueva ola francesa y como tal, hay que saber a qué se va cuando uno entra a una de sus películas. Esto no cambia con Adiós al lenguaje, el trabajo que nos presenta a sus 84 años.
Esta es una cinta que requiere atención y de la cual no se debe de esperar nada de entretenimiento, como en el resto del cine de Godard, sino reflexión y un legítimo interés por el cine.
La película reparte todo su peso en todos los recursos cinematográficos que tiene a su alcance, no únicamente en la narrativa, como varias de las películas de la 57 Muestra Internacional de Cine. Es un trabajo que aprovecha las nuevas tecnologías para generar su propuesta. Para empezar, es una película en 3D y no hay forma en la que se pueda ver y aprovechar todo lo que su director nos quiere mostrar si nos quitamos los lentes.
Desde la narrativa, hasta el sonido y la textura de la fotografía, Godard experimenta y rompe con todas las convenciones cinematográficas. La historia, si es que uno quiere entenderla como tal, sigue a una pareja en una primera parte, a otra en una segunda parte, y a un perro. No diremos más. Sin embargo, no es una línea, y quizá ni siquiera existe tal. Adiós al lenguaje es, más bien, un collage de imágenes de amor, desamor, violencia, momentos históricos, ideas, naturaleza y otras piezas cinematográficas. Es un experimento que gira en torno al lenguaje cinematográfico.
De la misma manera que no existe imagen sin imaginación, tampoco existe una imaginación para resolver la aporía dolorosa en la que vive instalado el lenguaje: tiene una dimensión pública, un significado social que lo hace accesible a cualquiera, pero no puede ser hablado ni escrito sin segregar la dimensión íntima y singular de quien lo habla desde dentro. –Godard
Godard nos dice eso porque su obra suma una estructura narrativa con la cual juega y aprovecha los nuevos recursos tecnológicos y cómo el mundo, con estos nuevos recursos, se acerca a nuevos tiempos. Variety considera que esta cinta es la forma de Godard para decir que el lenguaje cinematográfico está próximo a una renovación, pero que por lo tanto, se llega al final del lenguaje de hoy. Este cambio que Godard puede sugerir es gracias a las nuevas tecnologías.
Sobre lo que dice Variety, eso ya es una discusión que requiere otros espacios. Lo que sí sabemos es que el lenguaje, a fin de cuentas, es el medio para entender nuestro mundo y, tomando en cuenta lo que dice The Guardian sobre Godard: el lenguaje es una ilusión, es claro que entonces Adiós al lenguaje propone una forma nueva para que entendamos el mundo de una manera distinta, a través de un lenguaje cinematográfico distinto.
Esta cinta se puede entender entonces, como dice el título, como la despedida de Godard del lenguaje cinematográfico que conocemos. Según el Guardian es una despedida agónica. Sin embargo, dados los temas que toca en la película a través de su propuesta lingüística: el amor, la naturaleza, las tragedias históricas, decepciones sobre todo, se puede entender que también Adiós al lenguaje es una despedida en forma de Godard, el sobreviviente de una época que está próxima a hacerse paso a la historia.