Los jóvenes mexicanos comprendemos la depresión que podrían tener varios jóvenes turcos, pues, a pesar de las movilizaciones que hubo el año pasado en contra del primer ministro Erdogan, ahora, en las primeras elecciones públicas, el ministro ha sido elegido por la mayoría de la población como presidente de ese país, ¿les suena familiar la frustración? Turquía es, en cierto sentido, muy parecido a México. Es un país con una cultura compleja y que sirve de frontera entre dos bloques culturales y económicos muy dispares: en el caso de Turquía son Medio Oriente y la Unión Europea, en el caso de México es Latinoamérica y Estados Unidos.
Estambul.
La economía turca es parecida a la nuestra (aunque no está estancada, crece en promedio un 5%), una economía que se desarrolla cada día más y que está dentro del bloque económico de los MINT (México, Indonesia, Nigeria y Turquía) que son las economías más prometedoras después de los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) y de MIKTA (México, Indonesia, Corea del Sur, Turquía y Australia) que son una variante del bloque anterior, mucho más atractiva, aunque los contrastes socioeconómicos son más grandes.
Además, no olvidemos que hace poco Peña fue de gira a es país y hemos reforzado lazos culturales y comerciales (ya planeamos un TLC con ellos).
Como vemos, tenemos mucho en común con los turcos… también tienen a un señor gobernando desde hace bastante tiempo que reprimió las protestas juveniles y que ahora…bueno, los gobierna.
Erdogan es islamista, conservador y tuvo el 51.8% de los votos, la oposición, Ekmeleddin Ihsanoglu, recibió un 38.4% y el líder kurdo, Selahattin Demirtas, obtuvo un 9.7% (lo cual es una victoria importante ya que los kurdos luchan por un reconocimiento de sus derechos en ese país). La participación ha sido de un 74.4%. Y bueno,para que vean cómo van a estar las cosas, el primer gesto que hizo Erdogán, después de haber sido elegido democráticamente ha sido visitar la mezquita de Eyup Sultán, nada menos que la misma que visitaban los sultanes del Imperio Otomano tras ascender al trono.
Aquí está Erdogan diciendo un discurso por holograma.… ¿?
Todo esto a pesar de que su administración estuvo envuelta en un escándalo de corrupción meses antes y por el cual tuvieron que dimitir varios funcionarios. Así, mientras la mitad del país ve en Erdogan el impulsor de la economía y la democracia en Turquía, otro sector enorme de la población lo critica pues piensan que se ha vuelto «autoritario».
A este respecto, el profesor de la Universidad Marmaray, Ahmet Uysal, expresó:
«Un presidente elegido directamente por la gente tendrá más poder y legitimidad para implementar sus políticas»
Uysal no habla al aire, ya que se tiene proyectado que se hagan cambios a la constitución turca para otorgarle mayores poderes al presidente (quien, actualmente, es una figura bastante limitada y era escogida, no por el pueblo, sino por el Parlamento). Erdogan aspira a ser el líder turco que más tiempo haya estado en el poder.
Además, Turquía (al igual que nosotros) está considerada como una de las 15 economías más importantes en el mundo. Pero esto solo ha logrado polarizar más la opinión pública (¿les suena esto familiar?).
Las redes sociales turcas se han movilizado varias veces contra Erdogan.
Parecería, en primera instancia, que hay una desconexión entre lo que pasa en redes sociales (que han sido atacadas abiertamente por el político, como Twitter) y lo que pasa en la realidad, pero la explicación podría ser más obvia (muchos dirán que el partido de Erdogan hizo lo que muchos priistas y se han de haber pasado toda la jornada embarazando urnas y acarreando gente con su chesco y su torta de tamal), la cuestión es que cada vez que hay una apertura en las elecciones políticas en cualquier país del mundo, a veces nos llevamos todos una sorpresa porque la gente tiende a votar conservadoramente.
La idea no es una locura, muchas veces se tiene miedo a lo nuevo (de ahí el dicho «más vale malo conocido que bueno por conocer»), otras veces pasa como pasó aquí, sales del malo, escoges algo nuevo y te sale con cositas como La Guerra contra el Narco y 70 mil muertos, entonces en lugar de escoger una tercera opción…bueno, lo que hicieron mucho fue regresar a lo que conocían.
Así que sí, podemos entender a muchos de los jóvenes turcos el día de hoy, pero los jóvenes turcos pueden hacer que Erdogan haga un último coraje, porque todavía falta que se elija al primer ministro, y no sabemos quién será y cómo se va a llevar el nuevo presidente con él (podrìa ser uno de la oposición).
Y bueno, aquí les recordamos las manifestaciones en Turquía.
***Vía El Universal, El País