“Eso fue el mes pasado, ahora que ya ganó Alfredo del Mazo en Estado de México, van a ver cómo la inflación nos hace los mandados”, dijo nadie nunca… bueno, quizás sólo Enrique Ochoa y Agustín Carstens.
El caso es que la inflación del mes pasado, registró un alza que no se había visto en los últimos ocho años: 6.6% registró el Índice Nacional de Precios al consumidor, lo cual prolonga la tendencia en ascenso que se ha presentado desde julio del año pasado.
Lo anterior ya no sorprende a los especialistas, ya que desde hace tiempo el Banco de México (Banxico) pronosticó que la situación iba a estar dura, debido al incremento en el precio de las gasolinas y, con ello, en las tarifas de transporte y varios productos agropecuarios. Sin embargo, señala Reforma, el hecho de que apenas a mitad de año la inflación ya supere el nivel del 6% pone más que difícil la meta que se habían puesto las autoridades: que para 2018 la inflación ronde entre el 2 y 4%.
Las autoridades señalan que las variaciones negativas son recurrentes en esta época del año, donde se modifican las tarifas eléctricas por la temporada cálida. Así, la inflación subyacente -aquella que excluye a los energéticos y agropecuarios- aumentó 0.28% en mayo, con variaciones en mercancías no alimenticias de .50%. Los productos que más incremento tuvieron el mes pasado fueron jitomate, el aguacate, y chiles frescos. A la baja: el limón y los servicios turísticos.
En su recta final, la administración de Enrique Peña Nieto parece que tiene la intención de imponer récords: por ejemplo, en la segunda quincena de mayo, la tasa anual de inflación fue de 6.17%, la más alta desde la primera mitad de abril de 2009, esto según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).