Por fin apareció Marco Antonio Sánchez, menor del que no se sabía su ubicación tras ser detenido por autoridades de la Ciudad de México, quienes aseguraron lo dejaron en libertad.

Todo comenzó el pasado martes, 23 de enero, cuandoMarco Antonio Sánchez, un estudiante de la Preparatoria 8 “Miguel E. Schulz” de 17 años fue detenido por policías de la CDMX en las cercanías del Metrobús Rosario. Según un amigo que lo acompañaba, único testigo, los uniformados lo golpearon, para después subirlo a una patrulla. Luego no se supo más de él.

De acuerdo a Animal Político, quienes compartieron una narración de los hechos después de entrevistar a la familia del joven, éste se detuvo a tomarse una foto frente a un graffiti que le había gustado. En ese momento, le pidió ayuda a alguien que iba pasando. Cuando le estaban tomando las fotografías, los policías se acercaron a Marco y lo acusaron de estar asaltando a la persona que le tomaba las fotografías.

Los jóvenes negaron las acusaciones. Marco, ante la insistencia de los policías, corrió a la estación del Metrobús El Rosario; los elementos le dieron alcance, para luego golpearlo con sus cascos, a pesar de que él no oponía resistencia.

Tras los golpes que le propinaron, fue llevado al interior de una patrulla. Supuestamente el joven fue trasladado al Ministerio Público 40, en la delegación Azcapotzalco. Sus padres, sin embargo, informan que ahí les informaron que “el menor no había sido trasladado ahí”.  En la agencia del MP, no les permitieron levantar la denuncia de desaparición, pues “no habían pasado 48 horas”.

¿Cómo es que un grupo de policías puede detener a un menor y posteriormente liberarlo, sin hacérselo saber a sus padres o tutores en ningún momento?

Pasaron 5 días para que las autoridades dieran nueva información respecto al caso. Autoridades de la Secretaría de Seguridad Pública de la Ciudad de México declararon que cuatro eran los policías los involucrados y arrestados “internamente”, pero sólo por “ la inobservancia de algunos protocolos”, pues no existían denuncias presentadas ante el ministerio público y así no había cargos formales en su contra.

En esta conferencia de prensa, se dijo que fueron entregados el GPS de la patrulla, bitácoras y grabaciones de la detención a la Procuraduría de la Ciudad de México, como pruebas de responsabilidad en el caso. Los policías declararon que “un ciudadano les pidió” liberar a Marco, por lo que estos lo hicieron, pero no hay pruebas al respecto.

La situación cobró notoriedad en redes sociales, en donde se armó una convocatoria para exigir la aparición inmediata de Marco Antonio. De igual manera, la UNAM se unió a la exigencia.

Previo a la conferencia de prensa que ofreció el Jefe de Gobierno, Miguel Angel Mancera, familiares del menor confirmaron que habían visto un video de las cámaras de seguridad de un Ministerio Público en Tlalnepantla, Estado de México, el cuál confirmaba que estaba aún con vida.

¿Cómo y bajo qué motivo se encontraba en un Ministerio Público de una entidad ajena a donde fue detenido? Aún no se explicaba.

Mancera mencionó que tras una llamada de un juzgado de Tlalnepantla se supo que la noche anterior el menor había sido presentado allí, luego de ser visto en un puente peatonal con “una actitud que podría poner en peligro su vida”. De nueva cuenta, tras una segunda detención y liberación, las autoridades jamás dieron aviso a sus padres.

Edmundo Garrido, titular de la Procuraduría General de Justicia de la CDMX, mencionó que fue hasta el día 25 de enero cuando se hace la denuncia por la desaparición; en ese momento inicia la búsqueda por Marco Antonio Sánchez. Ese mismo día 4 policías fueron puestos en custodia.

Posteriormente, Hiram Almeida Estrada, titular de la Secretaría de Seguridad Pública de la CDMX, refirió que la participación de los elementos policiacos se indaga, así como las fallas en el protocolo. También mencionó que los policías “se presentaron de forma voluntaria” y pusieron a disposición reportes, así como grabaciones de radio. El comandante del grupo de policías también está arrestado. Según él, el joven fue liberado unas cuadras adelante de donde fue detenido.

Con la clara violación de todo protocolo al nunca informársele a la familia sobre la situación y el paradero de Marco Antonio al momento de su detención, en dos ocasiones, el Secretario de Seguridad Pública calificó el caso como “sólo un extravío” y no “una desaparición forzada”.

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