De cinco a veinte años en prisión podrían pasar dos jóvenes de San Luis Potosí por el simple hecho de que el motor de una motocicleta fue confundida con disparos de arma de fuego. El cargo que posiblemente se les impute: terrorismo.
Los hechos ocurrieron durante la celebración de la tradicional “Quema de Judas” del Sábado de Gloria, en la Plaza de Armas de dicho estado. De acuerdo con medios locales, el lugar lucía repleto de vendedores ambulantes, lo que provocó que la concurrencia -ya ciscada de tanta balacera- al escuchar el encendido de una motocicleta no encontrara salidas de evacuación y corriera en estampida buscando protegerse de las supuestas detonaciones. Mientras hubo quienes rompieron las vallas de seguridad que se instalaron enfrente del Palacio de Gobierno, otros pasaron en medio de los puestos e incluso brincaron al tapanco donde se encontraban los músicos, la mayoría sólo atinaron a tirarse al suelo.
Testigos aseguraron que los señalados como responsables del incidente -Ramón Munguía y Enrique Treviño- lo hicieron a propósito y sabían el caos que iban a provocar, ya que se burlaron antes de encender la motocicleta marca Honda Chopper, color guinda, placas de circulación GL-VW8, estacionada frente a la tienda Elektra donde ambos trabajan.
Sin embargo, en entrevista realizada a Elizabeth Munguía, la hermana de uno de los inculpados, se señala que la moto es su herramienta de trabajo y ésta fue encendida -como era su costumbre- para calentar el motor. Además, también indicó que Juan Manuel Munguía, sólo defendió a Enrique Jaziel Treviño, quien fue identificado como el propietario de la motocicleta que provocó el escándalo que derivó en la estampida.
De acuerdo con la Procuraduría General de Justicia en San Luis Potosí, la aprehensión se realizó por los cargos de alteración al orden público y ultrajes a la autoridad, pero debido a la magnitud de la situación, decidió descargar este último y agregar el de terrorismo, el cual está contemplado en el artículo 251 del Código Penal en el estado.
La hermana de Munguía Monsiváis, señaló que más que colocar la atención en el incidente, es preciso remarcar la ineptitud de quienes tuvieron que mantener la calma durante la confusión, la cual se debió a lo sensibles que se encuentran los potosinos ante el clima de violencia que se vive en la región.
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