Para quienes creen que nada más los maleantes mexicanos tienen el mal gusto la costumbre de andarse tomando fotos pa’l feis mientras lucen todos los gustitos que se dan con las ganancias que les deja andar de maloras… no, también sucede hasta en las “mejores mafias”.
Caso de Domenico Palazzotto, quien lejos estuvo de parecer el jefe de uno de los grupos sucesores de la Cosa Nostra y cual chavo-ruco se tomó varias fotografías, las cuales subió a una cuenta de Facebook que creó con un pseudónimo.
Además de servirle para presumir yates, cenas costosas, viajes en limusinas y demás lujos, Palazzotto utilizaba la red social para enviarle calentar a la policía… y de paso como oficina virtual de “recursos humanos”: “Tenemos que tener en cuenta sus antecedentes penales. Nosotros no tomamos personas con antecedentes limpios (…) Únete a mi equipo. Nosotros somos los más fuertes, ja, ja, ja”, escribió el capo para responder a un presunto solicitante que le preguntó si tenía que enviar su CV para ingresar a su grupo criminal.
Aunque organizados para reaparecer con más fuerza en Palermo –capital de Sicilia-, descuidos como éste han hecho que la mafia italiana no tenga el punch que tuvo hace algunos años, comenta uno de los encargados de la investigación que dio con ésta y otras cuentas que muchos líderes del crimen tienen en las redes sociales para presumir sus lujos.
“No podrían ser más diferente a sus predecesores: Utilizan Facebook, mensajes de texto y WhatsApp para mostrar que van a las mejores playas y restaurantes, ya que creen que es clave para ganar respeto. Hay una nueva generación de mafiosos en Palermo (…) pero todavía tiene que demostrar que tienen la calidad de sus antepasados“, comento un magistrado de Sicilia.
Esperemos que no acepten el reto.
Gracias a la debilidad que los capos italianos tienen por los likes, Palazotto y otros 95 presuntos mafiosos fueron detenidos en junio pasado mediante un operativo que tuvo por objetivo desbaratar a la nueva banda criminal que amenazaba con azotar a la ciudad por medio de diferentes crímenes como fraude electoral, extorsión, tráfico de drogas y lavado de dinero… pero como alguien que busca apantallar sólo puede ser detenido por alguien que apantalla más, la policía los detuvo con una movilización cuyo nombre intimidatorio fue “Operación Apocalipsis”.
