Cada vez es más impresionante la precisión con que las autoridades dan con los culpables de crímenes, prueba de ello es la siguiente historia.
Un suéter rojo y una boina blanca fueron pruebas suficientes para que las autoridades de Cancún, Quintana Roo mandaran al bote al joven Cristián Vicente Córdova, a quien acusaron de ser partícipe de un robo -en el que una persona perdió la vida- realizado en burdel que operaba con la facha de un spa.
Lo anterior se debió a que los testigos del delito señalaron a los policías que uno de los asaltantes portaba ropas parecidas a las de Cristián Vicente y como él casualmente pasó corriendo por la escena del crimen cuando iba para su escuela, los agentes decidieron terminar rápido su chamba e implicar al joven estudiante de Gastronomía.
Sin embargo, las versiones que incriminaban a Vicente Córdova fueron desmentidas mediante videos en poder de la PGR:” Incluso yo ya he visto personalmente los videos y nadie, nadie en ese ‘spa’ está con chamarra roja (…) La gorra que dice tampoco existe”, señaló el padre del joven.
Y por si los videos no fueran suficiente para desmentir la participación del joven en los hechos, los verdaderos responsables del asalto ya fueron detenidos y han aclarado que “realmente había cuatro implicados; uno de ellos sigue libre y el restante es un menor que está en una clínica de rehabilitación.”
Por otra parte, a pesar de que hasta el procurador de Quintana Roo ya reconoció que la regaron en este caso… la liberación de Cristián “todavía tardará algunos días”… ¿por qué? Habría que preguntarle al procurador.
