Los restos preservados de un hombre de entre 35 y 40 años de edad —hallados durante la excavación de 1932-1933— han revelado parte de la riqueza genética de la población que vivió en Pompeya y que fue arrasada por la erupción del volcán Vesubio en el año 79 D.C, gracias a la secuencia completa de su ADN.
Se trata de un gran avance porque es la primera vez que un grupo de investigadores logra secuenciar el genoma completo de los restos de una persona que murió en Pompeya, Italia, durante la erupción del Vesubio, hace casi dos mil años.
Los resultados de esta investigación no son sólo emocionantes para el equipo de Gabriele Scorrano, Serena Viva, Thomaz Pinotti, Pier Francesco Fabbri, Olga Rickards y Fabio Macciardi, quienes el 26 de mayo de este 2022 publicaron en la revista científica Nature el artículo ‘Bioarchaeological and palaeogenomic portrait of two Pompeians that died during the eruption of Vesuvius in 79 AD’ (‘Retrato bioarqueológico y paleogenómico de dos pompeyanos que murieron durante la erupción del Vesubio en el 79 DC’), y aquí les contamos por qué.
Secuencian por primera vez el ADN completo de romano que murió durante la erupción del Vesubio en Pompeya
A pesar de los siglos, Pompeya —así como otras zonas arqueológicas como en Yucatán, donde recién fue descubierta una ciudad maya bautizada como Xiol, de alrededor de mil 500 años de antigüedad— sigue revelando secretos que nos ayudan a conocer cómo se formaron las poblaciones en la antigüedad.
En este caso, antes de esta secuencia completa del ADN, los y las especialistas sólo habían secuenciado cachitos de ADN de restos humanos y animales.
Ahora, la secuencia del ADN de un hombre de entre 35 y 40 años nos revela parte de la diversidad genética de la antigua Roma y, claro, cómo era su vida.
Porque resulta que si bien su genoma se parece a otros de la época del Imperio, el perfil genético del cromosoma Y y su ADN mitocondrial son inusuales para el lugar y el tiempo en que el hombre vivió, pues está relacionado con poblaciones originarias de Irán o la región ibérica.
Y si bien se trata hasta el momento de la secuencia del ADN de un individuo —y con esta no se puede generalizar—, sí da la pauta para indagar sobre la diversidad genética de aquella época, relacionada también con las migraciones en todo el Imperio romano durante el primer siglo después de Cristo.
La Casa del Artesano
El estudio fue hecho sobre los restos de dos cuerpos preservados. Ya sabemos qué pasó con el del hombre, ¿qué fue de los otros resultados?
El equipo también realizó estudios de AND de los restos de una mujer de 50 años, de una altura de 1.53. Sin embargo, no fue posible hacer la secuencia completa de su ADN.
El hombre y la mujer fueron encontrados en las excavaciones de la década de los 30, en la Casa del Artesano, en Pompeya.
Él estaba recostado sobre un triclinium —una especie de diván que los romanos usaban en la hora de la comida—, mientras que la mujer estaba con los brazos cruzados, frente a una bolsa de dinero.
Al menos este es el esbozo que se tiene de los momentos que vivieron durante la erupción del Vesubio y que alcanzó a las ciudades de Pompeya, Herculano y Estabia.
¿Por qué no huyó esta pareja? Gracias al estudio paleogenético se puede inferir que —al menos estas dos personas— pudieron verse impedidas por la edad de la mujer y porque el hombre padecía de tuberculosis o el mal de Pott, que atacó su columna vertebral.
Este dato también es importante para la investigación de la historia clínica de la tuberculosis, que era una enfermedad endémica en la antigua Roma.
Si quieren echarle un ojo a la investigación completa sobre la primera secuencia de ADN en Pompeya, AQUÍ les dejamos el enlace.