Se sabe que la fila del pollo rostizado es prácticamente sagrada. No importa si estás en pijama, si eres el presidente o si traes un uniforme de la policía, el lugar para recibir tu comida —acompañada de tortillitas, papas y una buena salsa— se respeta. Aunque claro, eso no siempre es el caso y los ánimos pueden calentarse más que los asadores.
Como lo que acaba de suceder en Cuautitlán Izcalli.
Unos policías pasados de tueste arrestaron a un señor que les reclamó por meterse en la fila del pollo rostizado. Y claro, según los videos que se han compartido en redes sociales, la detención venía con calentadita incluida.
Se metieron en la fila del pollo
Las denuncias en redes sociales han apuntado a un grupo de policías municipales de Cuautitlán Izcalli, en el Estado de México, por este conflicto mientras esperaban que estuviera listo su pollo rostizado. Los videos empiezan cuando un hombre les está reclamando que se intentaron meter en la fila.
“No porque traigan chaleco, o porque traigan acá. No es eso”, les reclama el señor. “Se forman. Nos formamos”.
En el video se ve que están discutiendo por saber quién llegó primero a la fila del pollo rostizado. “Por ser servidores públicos sienten que pueden hacer lo que quieran”, denuncia el señor antes de que arranque el pleito.
Otro hombre, en la fila, le dice que “por necio y borracho”, se lo van a llevar.
Y se lo cumplieron. Los videos que muestran la pelea se ponen bastante más sacudidos cuando cuatro policías de Cuautitlán Izcalli —todos uniformados— empiezan a jalonear al sujeto frente a la pollería. Una mujer grita detrás de la cámara y se escuchan llantos y gritos. El hombre termina cargado de manos y piernas mientras se lo llevan a la patrulla.
De acuerdo con Azteca Noticias, al hombre se lo llevaron detenido “por faltas a la autoridad”. De acuerdo con Milenio, argumentaron que estaba borracho, aunque eso no tenga nada que ver con la fila, claro.
Al final del video ya no sabemos si al pollo rostizado le falta mucho tiempo para estar listo o si los policías y el hombre llevaban rato esperando, pero el chiste es que la paciencia no se hizo presente en esta historia de Cuautitlán Izcalli, pero qué tal el abuso de autoridad.