Autoridades del Instituto Nacional de Migración (INM) rescataron a 147 migrantes centroamericanos el pasado sábado 29 de julio en Veracruz. Las personas originarias de Honduras (74), El Salvador (13), Guatemala (59) y Nicaragua (1) fueron halladas en una zona agreste en el municipio de Ozuluama, en el tramo carretero entre Veracruz y Tamaulipas, sin agua ni alimento. El grupo fue abandonado viajaba dentro de la caja seca de un tractocamión, de la cual fue obligado a descender por presuntos traficantes de personas. El instituto informó que las personas fueron obligadas a esconderse entre la maleza; los polleros dejaron expuestos a los migrantes, a 118 kilómetros de la frontera con Tamaulipas, con la promesa de regresar por ellos. Lo cual, obviamente, nunca ocurrió.

Los migrantes que buscan realizar el “sueño americano” se exponen a peligros dictados por el desierto en la frontera o la virulencia del Río Bravo. A estas dificultades hay que sumarle los traficantes y el crimen organizado. Veracruz es uno de los estados más peligrosos para el paso de migrantes, de acuerdo con la Comisión Nacional de Derechos Humanos, debido a la presencia de grupos delictivos como Los Zetas, quienes buscan cobrar cuotas por el paso. Entre las 147 personas dejadas a su merced se encontraban 48 niños; 14 de ellos no iban acompañados. De acuerdo con el INM, los migrantes viajaban en condiciones de “hacinamiento, escasa ventilación y sin proporcionarles ningún tipo de descanso“. Una vez que los migrantes fueron localizados, se les brindó atención médica, además de darles agua y alimento, comunicó el INM. Los menores, según las autoridades, tuvieron atención especializada.

El grupo fue trasladado a la oficina del Instituto Nacional de Migración en Tampico. El INM se comunicó con los consulados y embajadas de los respectivos países para informarles de la situación. Se espera que en corto se defina la condición migratoria de los emigrantes.

Foto: Especial

Todo lo que no sabías que necesitas saber lo encuentras en Sopitas.com

Comentarios