La política de uso de armas en Estados Unidos se vuelve a poner sobre la mesa, si ya de por sí estaba. De acuerdo con la organización Gun Violence Archive, misma que se encarga de contabilizar los incidentes en ese país relacionados con armas de fuego, el tiroteo registrado la mañana de este 24 de mayo de 2022 en la escuela primaria Robb Elementary de Uvalde, en Texas, es el tercer tiroteo más mortífero registrado en los últimos 10 años. Además, dos de los cinco primeros han ocurrido también en Texas. 

De acuerdo con el monitoreo de esta organización, en los 144 días que van del 2022 se han registrado 212 tiroteos masivos en 34 estados y Washington DC. Los datos siguen siendo alarmantes. La organización ofrece un panorama de la situación que se vive en el país gracias al uso de armas.

Con información actualizada hasta este 24 de mayo, sabemos que se han registrado a nivel nacional un total de 17 mil 089 incidentes relacionados con armas de fuego, derivado de ello 7 mil 585 muertes y 14 mil 176 heridos. Y sí, solamente en lo que va del 2022.

El número total de niños, de entre 0 y 11 años, que han resultado heridos o muertos es de 419 y los adolescentes de 12 a 17 años son mil 803. El mapa, donde cada punto rojo representa un tiroteo masivo, se ve así:

Fuente: Gun Violence Archive

Desde hace varios años y derivado a todos estos “incidentes”, el debate sobre la política de uso de armas en el país ha dividido al Congreso y las declaraciones del entonces presidente Donald Trump tampoco ayudaron mucho.

Por ejemplo: 4 días después del tiroteo en Florida, en Parkland, el entonces fiscal general de Estados Unidos, Jeff Sessions, afirmó que ya no se podía negar que estaba ocurriendo algo peligroso y ‘enfermizo’, por lo que se tenían que tomar acciones inmediatas.

“No se puede negar que algo peligroso y enfermizo está ocurriendo y nosotros, una vez más, estamos viendo las imágenes de nuestros niños aterrorizados evacuando la escuela con las manos sobre la cabeza. Vamos a tomar acciones. Debemos revertir estas tendencias”, dijo.

Pero hay que dejar una cosa clara: entender la dirección hacia donde van las tendencias sobre el uso de armas es una cosa, pero definir qué es lo que se va a hacer primero para revertirlo es un debate totalmente diferente.

Con todas las promesas de “hacer algo” la pregunta es ¿ha pasado algo?

El panorama de armas en Estados Unidos

Para que dimensiones un poco: La organización Small Arms Survey, que rastrea los flujos de armas y la violencia armada en todo el mundo, calcula que en Estados Unidos hay 120 armas por cada 100 personas. Ningún otro país tiene más armas civiles que personas. Esto de acuerdo con un monitoreo en 2018.

Van más datos increíbles. Es muy difícil decir cuántas armas civiles con exactitud hay en Estados Unidos, o en el mundo, porque no se pueden rastrear las no registradas, el comercio ilegal, etc. Sin embargo, la organización suiza estima que en estados Unidos habría 393 millones de armas civiles disponibles, lo que se traduce en más o menos el 46% del arsenal civil mundial. 

Y es que, como seguro ya saben, la posesión de armas es un derecho protegido por la Constitución de Estados Unidos. Ah, esta famosa Segunda Enmienda por la que los estadounidenses pueden comprar, portar y usar armas.

La famosa enmienda es apenas una frase de 27 palabras que aparecen el artículo 7 de la Constitución de Estados Unidos.

“Enmienda II: Siendo necesaria una milicia bien ordenada para la seguridad de un Estado Libre, no se violará el derecho del pueblo a poseer y portar armas.”

Esta traducción fue tomada de los Archivos Nacionales del gobierno.

Ok, entonces para empezar a desmenuzarla tenemos que saber, qué es una milicia. De acuerdo con un análisis hecho por CNN, las milicias eran grupos de hombres en buenas condiciones físicas que protegían a sus pueblos, colonias y, en última instancia, estados durante la Guerra de Independencia de Estados Unidos.

Jack Rakove, profesor de ciencia política y derecho en la Universidad de Stanford, explica que cuando se redactó la Constitución, la milicia era una institución estatal y los estados fueron responsables de organizar eso”.

Ahora, qué quieren decir con “bien ordenada”. El mismo académico señala que lo difícil de interpretar la Constitución, documento muy antiguo, es que las palabras cambian de significado por el contexto político y social.

“Bien ordenada en el siglo XVIII tendía a ser algo como bien organizada, bien armada, bien disciplinada”, indicó Rakove. “No significaba ‘regulación’ (como sinónimo de poner orden) en el sentido en el que lo usamos ahora, no se trata del estado regulatorio. Han existido matices allí. Significa que la milicia estaba en una forma efectiva para luchar”, completó.

Es decir que no significa que el estado controlara la milicia sino que la milicia estaba preparada para realizar su labor.

Ahora, con respecto a la seguridad y el uso de armas, hay que considerar que las condiciones del país en ese momento eran de miedo. El país acababa de librar una guerra y se estaba expandiendo al oeste, por lo que había suficientes razones para sentirse inseguros.

Quizás uno de las partes más controvertidas sea la que habla sobre el ‘derecho del pueblo’. Esto ejemplifica el pensamiento de quienes redactaron la Constitución y de su concepción de derechos. Prácticamente los derechos son concedidos por el creador y el derecho de defender a la nación con las armas entonces se entiende mejor. Quizás los autores entendieron como derecho natural es de la defensa propia.

Otro de los analistas, Jeffrey Rosen, presidente y director ejecutivo del Centro Nacional de la Constitución, explica que para la aplicación moderna y propósitos actuales es necesario cambiar la manera en que la Segunda Enmienda se presenta ante los juzgados y tribunales precisamente por estos vacíos legales que existen en ella. Incluso se ha pedido hacer cambios en ella para dejarla más clara pero aún faltan muchas cosas por hacer.

Foto: Historias de Nuestra Historia

La administración de Biden

En abril de este año, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, anunció nuevas regulaciones contra las armas de fuego, especialmente las de fabricación casera.

Estos kits de armas fantasma pueden ser compradas en línea y se ensamblan en menos de media hora. Además, no pueden ser rastreadas. Las nuevas reglas apuntan a que cualquier persona que compre uno de estos kits tienen que someterse a una revisión de antecedentes y que quienes los vendan coloquen un número de serie, para poder rastrearlas. 

Foto: Drew Angerer-Getty Images.

Y es que lo que siempre ha estado en las discusiones sobre este tema, además de las armas que no se pueden rastrear, es la salud mental. Después del tiroteo en Parkland, Florida, que dejó 17 muertos, en el Congreso la discusión giró en torno a la salud mental de quienes compraban armas.

El asunto fue, entonces, cómo verificar que los compradores de armas no tengan algún problema de salud mental que los haga propensos a utilizar dichas armas en hechos violentos.

Para eso, por cierto, tampoco hay respuesta. Como quiera, al llegar a la presidencia, Joe Biden propuso todo un plan para terminar con la violencia provocada por las armas, plan que incluye eliminar la protección de responsabilidad civil para los fabricantes de armas, prohibir por completo las armas de asalto y cartuchos de alta capacidad, prohibir su fabricación y venta, regular la posesión de armas de asalto que ya existen, requerir la verificación de antecedentes para todas las ventas de armas, restablecer la política de Barack Obama para que quienes tengan padecimientos mentales registrados no puedan comprar armas, etc. 

La presión para regular este asunto es todavía más y los tiroteos siguen ocurriendo.

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