En medio de la epidemia por coronavirus, esta es una buena noticia: en nuestro país se está impulsando un proyecto de jardines polinizadores para la conservación y utilización sostenible de la biodiversidad. Además, este esfuerzo está enfocado a preservar a las abejas y mariposas —pues en América Latina la población de estas especies ha caído 30%.
La buena noticia —aunque apenas está arrancando— la dio a conocer la Semarnat (Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales), que trabaja en conjunto con la Secretaría de Educación, Ciencia, Tecnología e Innovación de CDMX (SECTEI).
Los polinizadores
Antes de comenzar a explicar qué rollo con el proyecto, vale recordar que los polinizadores —las especies que permiten que el polen viaje entre las flores — son importantes porque mantienen la alta diversidad genética en una región.
Al menos 20 mil especies contribuyen con esta acción fundamental, como las abejas domésticas y silvestres, los abejorros, las avispas, los escarabajos, los colibríes, los murciélagos entre otras.
Su chamba —por así decirlo— como polinizadores contribuye al desarrollo de cultivos (70%) y de las plantas silvestres (80%). Por ejemplo, está la producción de frijol, haba, melón, sandía, calabaza, pepino, naranja, mandarina, toronja, manzana, pera, ciruela, tejocote y capulín; y otras especies como café, cacao y vainilla.
Y en el #DíaMundialDeLasAbejas, tenemos qué hablar sobre la situación apocalíptica en la que se encuentran:
En los últimos cuatro años se han perdido, en promedio, mil 600 millones de abejas 😔🐝 https://t.co/Gi6VpVKpcC
— Sopitas (@sopitas) May 20, 2019
Desgraciadamente, la deforestación, el uso indiscriminado de plaguicidas en la agricultura y el cambio climático ha causado la reducción de su población “de manera alarmante”, de acuerdo con la Semarnat.
El proyecto de polinizadores
Ante este panorama y con el fin de conservar los polinizadores, la Semarnat está diseñando el primer espacio exprofeso en una superficie de casi media hectárea, en tierras chilangas. En los meros, meros Viveros de Coyoacán.
El proyecto contempla la construcción de un jardín con una alta diversidad de plantas melíferas y productoras de polen —que se supone proveerá de alimento a los polinizadores durante los 356 días del año.
“Contará con más de 50 especies vegetales, con árboles de naranja, limón, guayaba, ciruelo, durazno, manzana y pera; arbustivas como hierba del carbonero o escoba, hinojo, cola de caballo, tronadora, muicle, huele de noche, azomiate, granada y azalea; suculentas como sábila y cactáceas”, detalló la Semarnat.
Además, se incluirán las herbáceas silvestres/medicinales como el pericón, mirasoles, cempasúchil, siempreviva, diente de león, gordolobo, mirto, verbena y manzanilla.
Y las ornamentales como lavanda, dalias, caléndula y romero, así como especies trepadoras como pitahaya, coralillo y mantos.
🔸Los #polinizadores cumplen una función importante para mantener la alta diversidad genética de nuestro país.🌺🌼🌻🐝🐦🦇
✨ La #Semarnat y la @SECTEI_CDMX impulsan un proyecto de #JardinesDePolinizadores. 🍃🌻🌼🌺 Conoce más en ▶️ https://t.co/s1ObemX1hW. pic.twitter.com/c6VixD8xYi
— SEMARNAT México (@SEMARNAT_mx) April 23, 2020
Por cierto, aunque esta es un acción gubernamental, la Semarnat nos recordó que si tenemos chance, podemos armar nuestro propio jardín de polinizadores. ¿Cómo? Sembrando plantas que den alimento y refugio a las especies ya mencionadas.