Con todo y que ya comenzó la Estrategia de Seguridad de Enrique Peña Nieto, continúa la violencia en contra de los ciudadanos, lo peor del caso es que viene de quien se supone nos protege: la policía.
Lo ocurrido en Chimalhuacán, Estado de México seguramente indigna a cualquiera: alrededor de las 2:00 hrs. del viernes pasado, tres policías municipales encontraron a una pareja de jóvenes a bordo de una camioneta. Indicándoles que serían remitidos por faltas a la moral, los hicieron descender del vehículo, pero lo ocurrido después dista mucho de la aplicación de la ley: uno de los uniformados llevó a la chica a un parque cercano y ahí la violó.
Luego de la agresión sexual dejaron ir a la pareja, la cual de inmediato fue a casa de la menor, narrando lo sucedido a la familia. La madre llamó a la policía para solicitar ayuda, y ésta rápido arribó al domicilio ubicado en la colonia Tlaixco, sin embargo a bordo de la unidad 554 de la Dirección de Seguridad Pública Municipal de Chimalhuacán venia nada menos que el agresor de la chica.
Mientras la familia de la víctima alertaba a los vecinos para detener a los patrulleros, el novio de la menor intentó bajar al chofer de la patrulla. En el forcejeo, el policía sacó su arma la cual detonó en dos ocasiones en contra del joven, causando su muerte a los pocos minutos.
Los tres policías identificados como Pedro Luis Becerril Ríos, Andrés Alan Hernández y Francisco Gutiérrez Aréchiga lograron escapar a bordo de su unidad, misma que fue abandonada más adelante, en avenida de Los Patos. Hasta el momento continúan prófugos, pero mediante un comunicado, la Procuraduría del Estado de México indica que ya tiene avances en la investigación para localizar a los implicados.
Y en casos como éste nunca falta la elocuencia y sabiduría de las autoridades, prueba de ello las palabras del alcalde Telésforo García Carreón, quien además de ofrecer su apoyo e indemnizaciones a las familias agraviadas, discernió por qué elementos policiacos a veces atentan contra aquellos que deberían proteger:
“La naturaleza humana es difícil de comprender y por más evaluaciones de confianza que les hagamos a los policías, muchas veces no actúan conforme a lo que su labor les demanda y lo que hay que hacer con ellos es castigarlos con todo el peso de la ley para que los hechos no se repitan”.
Lo sucedido en Estado de México se suma al caso de Playa del Carmen, donde policías violaron a una residente italiana… porque no traía 3 mil pesos para “la mordida”.