Tras la difusión de material fotográfico relacionado con el enfrentamiento ocurrido en Tanhuato, Michoacán, que muestra la supuesta manipulación del lugar de los hechos… y con ello la sospecha de que los 42 muertos señalados como pertenecientes al Cártel de Jalisco, Nueva Generación podrían haber caído en condiciones diferentes a las establecidas por las autoridades, ya hay respuesta de éstas: algo así como “¡No, cómo creen!”
El comisionado general de la Policía Federal, Enrique Galindo, negó cualquier insinuación respecto a que el viernes pasado en el mencionado lugar se hayan dado ejecuciones por parte de las fuerzas públicas. Las muertes resultantes –incluyendo la de un elemento de la PF- fueron provocadas por el enfrentamiento:
“Hubo un enfrentamiento demostrado, claro, donde pierde la vida un Policía Federal al que yo he considerado como héroe porque él estaba atendiendo a otro compañero, estaba de espaldas; a él le disparan”.
Además de la supuesta de manipulación de los cuerpos, otro dato que ha despertado la sospecha de que los hechos no ocurrieron como oficialmente se indica es el bajo número de muertes del lado de las autoridades, esto en comparación con las del grupo criminal… 1-42, respectivamente, que juntas dan el número que ha marcado la desgracia del país en los últimos meses: 43…. Pero
“Se nos olvida que hay tres detenidos (…) Los entrevisté a los tres y uno de ellos me cuenta parte de lo que sucedió cuando efectivamente ellos se organizaban para disparar“.
Según Galindo, las autoridades intentaron evitar la balacera del viernes, pero ya que los civiles comenzaron con los disparos, fue que los uniformados respondieron.
“Hay un protocolo, por supuesto, invitar a los agresores, a los delincuentes a que bajen sus armas a que se entreguen, se pongan a la vista y enseñen las manos. Hay todo un protocolo, ellos disparan desde que van en la carretera, se meten a este rancho, dentro siguen disparando, e incluso llega el helicóptero y le disparan. Por más que se invitaba a la rendición, ellos siempre siguieron disparando“.
En resumen: los del Cártel poseían armas muy poderosas, incluso lanzagranadas –las cuales no utilizaron-, eso les dio confianza para intentar abaratar a los uniformados… pero no contaban con que los policías “sabemos el uso de las armas, pasamos horas entrenando, tenemos capacitación para protegernos, para desplegarnos, sabemos cómo hacerlo, cómo formar, ellos no saben nada de esto, ellos difícilmente tienen una capacitación“… y quedó demostrado con el resultado del enfrentamiento.
@plumasatomicas