El pasado 4 de septiembre —hace poco menos de tres semanas—, José Alberto Serna fue detenido por policías de la Ciudad de la Ciudad de México. Desde entonces, su familia no lo volvió a ver con vida, pues aparecería fallecido en terrenos cercanos a la Tercera Sección del Bosque de Chapultepec.
Durante los últimos días se han desatado manifestaciones, bloqueo de calles y exigencia de justicia contra este caso de abuso de autoridad.
Al respecto, la Fiscalía de la Ciudad de México confirmó que tres policías que presuntamente participaron en la detención y en el homicidio de José Alberto Serna fueron detenidos.
Se trata de Andrés, Óscar Ubaldo y José Ángel. Sus apellidos no fueron publicados y tienen 29, 26 y 25 años, respectivamente. Los tres policías de la Ciudad de México están adscritos a la Secretaría de Seguridad Ciudadana (@SSC_CDMX) y participaron en el arresto de José Alberto en la alcaldía Miguel Hidalgo.
Las investigaciones apuntan a que también participaron en la desaparición y muerte del joven herrero capitalino.
Después de ser arrestados, los 3 policías de la Ciudad de México fueron trasladados al Reclusorio Oriente en donde se encuentran detenidos con prisión preventiva. Están acusados oficialmente del delito de desaparición forzada.
Tienen, además, el agravante de que se trata de servidores públicos.
Otro caso de violencia policiaca en la CDMX
La Ciudad de Dere… México, está envuelta en otro caso preocupante sobre la violencia policiaca capitalina. Además del caso de José Alberto, en la misma alcaldía —en la misma colonia, incluso— está el caso de Juan Carlos.
El joven acusa que, también, fue detenido por policías de la Ciudad de México.
Fue golpeado por cuatro elementos que lo obligaron a subir a una patrulla. Lo encontraron al día siguiente, detenido en el Reclusorio, con ropa distinta y acusado de homicidio.
Juan Carlos señaló una serie impresionante de violencia policiaca en la Ciudad de México. El detenido acusa que los policías lo golpearon en la patrulla, que lo llevaron al Bosque de Chapultepec donde fue torturado y le obligaron a poner sus huellas digitales en un arma.
Esa pistola, presuntamente, había participado en un asalto en la alcaldía Álvaro Obregón.