El 31 de julio de 2015, hace 7 años, cinco personas fueron asesinadas en un domicilio de la colonia Narvarte, en la Ciudad de México.
El 8 de diciembre próximo se va a estrenar el documental “A plena luz: El caso Narvarte” en Netflix, un material que pone sobre la mesa evidencias de corrupción y encubrimiento en la investigación de este caso.
Estamos a unos cuantos días, vamos a hacer un recuento de este caso que a tantos años de distancia no ha encontrado justicia.
El caso Narvarte
El 31 de julio de 2015, cinco personas fueron asesinadas en un departamento de la calle Luz Saviñón, en la colonia Narvarte, en la Ciudad de México.
Se trata del fotoperodista Rubén Espinosa, la activista Nadia Vera, la modelo Mile Virginia Martín, la maquilladora Yesenia Quiroz y la trabajadora del hogar Olivia Alejandra Negrete.
Un mes antes del multihomicidio, el fotoperiodista Rubén Espinosa se mudó de Veracruz a la Ciudad de México por las amenazas que recibió por su trabajo.
Lo que se sabe, según las investigaciones, es que Rubén Espinosa salió un jueves por la tarde junto con la activista Nadia y un amigo identificado como Arturo.
Aproximadamente a las 02:00 horas del viernes llegaron al departamento en donde ocurrió el multihomicidio y se quedaron ahí. Por la mañana del viernes una mujer salió del departamento a trabajar y asegura que los vio platicando.
Rubén y Arturo salieron del departamento pero Rubén decidió regresar. Más o menos a las 09:00 llegó Olivia, quien era trabajadora del hogar.
Según las investigaciones, poco después del medio día llegaron tres personas, presuntos responsables del asesinato, y mataron a las 5 personas entre las 12:00 y las 15:00 horas del viernes.
Después del multihomicidio, salieron con un maletín y un carro rojo. La mujer que salió del departamento a trabajar por la mañana regresó en la noche y encontró a los 5 cadáveres. Cada uno tenía un disparo en la cabeza.
A pesar de que la defensa y los familiares de las víctimas pidieron que se investigara si había una razón política por el trabajo de Rubén, la línea de investigación al principio en la Procuraduría del entonces Distrito Federal fue un robo.
Javier Duarte, entonces gobernador de Veracruz, se deslindó de toda responsabilidad.
Después de eso a la investigación se sumó droga y cuestionaron a funcionarios de Veracruz. La organización Artículo 19 acusó a la Procuraduría por violar protocolos de investigación, como la filtración de información sensible a medios de comunicación, además de haber revictimizado y criminalizado a las víctimas.
Rubén Espinosa era un fotopriodista que había estado documentando los abusos y violaciones contra movimientos sociales por parte del gobierno de Javier Duarte y su secretario de Seguridad, Arturo Bermúdez Zurita, a quien conocían como Capitán Tormenta.
La hipótesis del multihomicidio pasó por un ajuste de cuentas entre grupos delictivos, un robo y demás. La cosa es que en las investigaciones hubo muchísimas negligencias, se ignoraron evidencias, se ocultaron, se editaron, las familias no tuvieron acceso a las carpetas de investigación y demás situaciones que suenan bastante familiares porque se repiten en decena de casos.
En el pasado mes de agosto, la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, anunció que sí hay avances en el caso pero que el caso estaba prácticamente cerrado.
Las familias siguen exigiendo justicia en un caso que se perdió en la oscuridad de la negligencia, de la corrupción y del sistema de justicia mexicano.