En esta semana nos enteramos del hallazgo de una maleta que contenía el cuerpo sin vida de una mujer. Pues bueno, esta hallazgo devino en un pleito entre las autoridades del DF y las del Estado de México.
Según Reforma, el martes, el jefe de Gobierno del DF había considerado que el crimen podría haberse realizado en el Estado de México y que los asesinos habrían venido a dejar el cuerpo en la estación San Antonio de la Línea 7 del Metro.
Pues bueno, el presidente de la Junta de Coordinación Política de la Legislatura mexiquense no le gustó y dice que no le echen la bolita, así que en lugar de colaborar en investigar coordinadamente y ver si sí era cierto o no la hipótesis de Mancera, Aarón Urbina se indignó y comenzó con las descalificaciones:
«Si no pueden no repartan culpas. Más que repartir culpas hay que repartir y asumir responsabilidades. Tenemos en el Estado de México cientos de delincuentes que vienen del DF y no por ello los responsabilizamos a ellos»
Así lo aseguró el priista.
Pero bueno, ni siquiera se ha identificado el cuerpo de la joven. Sobre las culpas ¿urgen? creemos que urge más saber quién era esta mujer e identificar a los criminales.
Según El Universal, al final, el político mexiquense expresó que colaboraría con el gobierno de la ciudad.
Lo que sabemos de la mujer.
Según la Procuraduría del DF, la mujer víctima del crimen tenía 2 cicatrices de cirugías estéticas. Al parecer se sometió a una liposucción o le quitaron costillas.
La joven tenía aproximadamente 30 años de edad y, aparentemente, se hizo pedicure antes de ser asesinada pues tenía las uñas recortadas y los talones limados.
Además, parece que toda su piel está bien cuidada, similar a la de una mujer que gusta de los tratamientos de belleza.
La Policía de Investigación tiene dos hipótesis, la primera es que la víctima se dedicaba a bailar en centros nocturnos y la otra es que podría ser la pareja de algún delincuente con alto poder adquisitivo.
Sin embargo, no se descartan otras líneas de investigación.
La maleta en la que la encontraron los restos era de color azul marino con ruedas y fue trasladada del metro Rosario hasta San Antonio.
Además se encontró que la persona que la trasladó la roció con tres frascos de aromatizante para inhibir el olor a putrefacción.
Al parecer, la mujer llevaba dos días de haber sido asesinada.
Como le cortaron las manos, carece de huellas dactilares lo que hace más difícil su identificación.
