Bueno, eso de “destruir por completo” a Baltimore puede leerse muy exagerado… aunque, de haberse completado los planes que tenían en mente los neonazis detenidos, se hubiera dañado seriamente la infraestructura de la ciudad. Eso sí.
Hace poco, el líder neonazi Brandon Russell salió de prisión. Sin embargo, va pa’ dentro de nuevo. Ahora se le acusa de planear un ataque a la red eléctrica de Maryland, teniendo como primer punto a la ciudad de Baltimore, la cual es habitada, en su mayoría, por personas afrodescendientes.
El sabotaje a la red eléctrica de Baltimore, fue planeado por Russel junto a una mujer identificada como Sarah Clendaniel… no de forma muy discreta, ya que fueron descubiertos gracias a agentes encubiertos a los cuales revelaron sus intenciones.
“Si podemos lograr lo que espero… esto sería legendario”, aseguró Clendaniel al estilo Barney Stinson a un informante federal que, según se reveló en la primera comparecencia en tribunales, tenía conversaciones similares con Brandon Russell. Tanto éste como Clendaniel enfrentan cargos por conspiración para destruir instalaciones energéticas, lo cual podría llevarlos a pasar hasta 20 años en prisión.
El mentado plan no era tan meticuloso. Según The Washington Post, los fulanos tenían planeado echar balazos contra cinco subestaciones eléctricas que se encargan de dar servicio a gran parte de Baltimore. Con este ataque, el cual sería realizado al mismo tiempo, “destruirían por completo la ciudad”.
Más que el daño a la red eléctrica (el cual sí hubiera sido considerable), lo que pone en alerta a las autoridades es la intención. “Estamos utilizando todos los medios legales necesarios para mantener seguros a los habitantes de Maryland y para interrumpir la violencia alimentada por el odio”, señaló el el fiscal federal del distrito de Maryland, Erek L. Barron.
De acuerdo con las investigaciones del FBI, Brandon Russell y Sarah Clendaniel planearon el ataque a Baltimore por “motivaciones raciales o étnicas”… y, aunque por suerte no fue ejecutado, ahora toca ver si éste fallido intento de destruir el servicio eléctrico no tiene que ver con otros atentados reportados recientemente en la infraestructura de algunas zonas de Estados Unidos.
Por ejemplo, en diciembre pasado, disparos dos subestaciones de Carolina del Norte dejaron sin electricidad a 45 mil personas. Los casos documentados por las autoridades federales de Estados Unidos siguen sin resolverse, sin embargo, una de las principales líneas de investigación apunta a intereses de los supremacistas blancos. No exclusivos del país del norte, por cierto.