¿Quién dice que no se puede y que la sociedad civil no se interesa por los procesos históricos de nuestro país? Justo al comienzo de octubre, en contexto de los 50 años del movimiento estudiantil del 68 y la represión, un ciudadano se dio a la tarea de restaurar una placa conmemorativa… y no cualquier placa.
En días en que el Gobierno CDMX ha retirado las placas de Gustavo Díaz Ordaz, expresidente de México, en el Metro, hay alguien que rescató la placa del rector de la Máxima Casa de Estudios en la época del movimiento: Javier Barros Sierra.
“Monumento de la marcha que encabezó el rector Javier Barros Sierra, en defensa de la autonomía de la Universidad, hace 50 años. Está olvidado, me hice a la tarea de darle una manita de gato…” publicó el 1 de octubre en su cuenta de Facebook, Oliver Dub, gestor cultural y promotor de arte urbano.
En su mensaje, Oliver también invitó a sus contactos —bueno, a quienes estuvieran interesados— a entrarle a la restauración, todo gracias a otro usuario Marchi Marchipia.
Javier Barros Sierra
Fue una de las piezas clave en el movimiento estudiantil del 68, ya que defendió el respeto a la autonomía de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y se constituyó como uno de los personajes que hicieron frente al autoritarismo de Díaz Ordaz y su gobierno.
Y para recordar su legado, el 1 de agosto de 1998, o sea hace 20 años, se colocó una placa en su honor conmemorando la primera manifestación del movimiento, que llegó justo a ese punto: Insurgentes y Félix Cuevas.
Javier Barros Sierra, ingeniero, matemático y pensador, inició su periodo como rector de la UNAM #UnDíaComoHoy de 1966. pic.twitter.com/ATquwUUzBL
— UNAM (@UNAM_MX) May 5, 2017
“Una manita de gato”
Entonces, ya encarrilado por los 50 años del movimiento y consciente del valor histórico de la placa, Oliver Dub comenzó con la “manita de gato” y con la ayuda —no, del gobierno no— de un par de mimos que le tiraron esquina cuando los polis llegaron y quisieron llevárselo, logró terminar con la restauración, justo el dos de octubre.
“En defensa de la libertad, la lucha sigue!!!!“, escribió Oliver, quien sin un gran rollo logró dejar a esta placa de lujo, como una acción que nos demuestra:
Desde cualquier trinchera los ciudadanos y las ciudadanas podemos aportar a nuestra ciudad, historia y a la memoria.