Juan Luis Lagunas Rosales, conocido en redes sociales como “El Pirata de Culiacán“, fue asesinado la noche del lunes 18 de diciembre en un bar de Jalisco. El famoso narcoinfluencer, que tenía más de un millón de seguidores en Facebook y casi 300 mil en Instagram, recibió alrededor de 15 balazos. Recientemente el joven de 17 años, oriundo de Villa Juárez, Navolato, Sinaloa, había compartido una grabación en la que ofendía a Nemesio Oseguera Cervantes, alias “El Mencho”, líder del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), una de las organizaciones criminales más violentas del país. “El Mencho a mí me pela la verga“, profirió el adolescente en un video.
“El Pirata de Culiacán”, de acuerdo con diversos perfiles, vivía con su abuela porque su madre lo abandonó cuando era pequeño y a su padre nunca lo llegó a conocer. A los quince dejó Villa Juárez y se fue a Culiacán a buscar suerte. Allá trabajó como lavador de autos y fue entonces que le llegó la fama y conoció a los promotores de estilo de vida. En la red comenzaron a circular diversas grabaciones donde se podía apreciar a Juan Luis bebiendo alcohol como si no hubiera un mañana y desvariando. Cantando y fungiendo como una suerte de mascota.
Después llegaron las fotos con pistolas de oro, fajos de dólares, en lujosos yates, con animales excéntricos, con automóviles de lujo y mujeres turgentes. Hasta el miércoles al mediodía, ningún familiar del “Pirata” había reclamado su cuerpo. La Fiscalía de Jalisco identificó el cuerpo debido a sus tatuajes.
A las pocas horas de su muerte, comenzaron a aparecer en las redes varios corridos sobre la vida del joven. “Todo me pasó tan de repente/ que no supe manejarme en el presente/ la fama me llegó de la nada/ una noche que con mis compas pisteaba/ hasta el suelo fui a dar/ y el video se hizo viral/ a partir de ahí mi vida cambiaba”, dice una de las canciones compuestas en memoria del “Pirata de Culiacán”.
puro pinshi tupac de culiacan alv compa pic.twitter.com/fmoISYn9bQ
— Pirata de Culiacán (@culiacanpirata) 7 de julio de 2017
El miércoles 20, un familiar de Juan Luis Lagunas Rosales reclamó su cuerpo en el Instituto Jalisciense de Ciencias Forense. El periodista Juan Omar Fierro escribió lo siguiente sobre el asesinato del “Pirata”: “dirán lo que quieran del ‘Pirata de Culiacán’, pero su historia es triste. Sin educación y sin oportunidades en la Sinaloa del Narco, encontró en el ridículo una forma de ganar de dinero y fama. Se ríen de él, pero todos somos patiños del aspiracionismo moderno y del culto al éxito”.
Elena Reina, reportera de El País, consideró que Lagunas Rosales se convirtió en un espejo de la narcocultura en México. “Es un ejemplo de muchos jóvenes deslumbrados por el poder de la moneda estadounidense a cambio de un gramo de cocaína; por el peso de un arma larga sobre un bíceps tatuado; por las camionetas que rugen sin miedo al precio de la gasolina; por mujeres que sólo habían visto en revistas extranjeras; por tener un corrido a su nombre; por ocupar por fin un espacio que la sociedad les había negado”, consideró la periodista.
Por su parte, Víctor Manuel Larios Rosillo, especializado en tecnologías de la información por la UdeG, indicó al periódico Mural que el éxito en redes de este joven fue el reflejo de una frustración de la sociedad. “Es un tema de una frustración de la población ante el Gobierno, si alguien empieza a fanfarronear y aunque sean mentiras, pues es un escape, es como ir al cine y ver una película (…) estos personajes transgreden e incluso desafían un sistema porque se sienten en otro ambiente, que es el ambiente digital”, mencionó el doctor Larios Rosillo.