Una mujer en Florida, Estados Unidos, realizó un pedido a su pizzería habitual, no lo hizo por hambre, sino para salvar su vida.
Cheryl Treadway y sus tres hijos fueron retenidos contra su voluntad por Ethan Earl Nickerson. El novio de la chica tenía consigo un cuchillo y los mantenía amenazados.
Cheryl logró convencer a Ethan de prestarle su teléfono para hacer un pedido vía web a Pizza Hut para comer algo. Él vigilo que no abandonara la página y que no usara el aparato para entrar en contacto con nadie.
En la sección para comentarios del encargo, Cheryl escribió “Por favor, ayuda. Llamen al 911”. Los empleados, familiarizados con los pedidos de la mujer, llamaron de inmediato a la policía.
“Nunca habíamos visto eso antes”, según Candy Hamilton, gerente del restaurante. “He trabajado aquí 28 años y nunca, nunca había visto que sucediera algo como esto”.
Una vez fuera de la casa, los agentes se pusieron en contacto con la Charyl y, tras 20 minutos de negociación, convencieron a su novio de liberarla sin enfrentamientos.
“El novio nunca se enteró sino hasta que nos vio llegar en la esquina”, afirmaron los agentes.
Nickerson, de 26 años, fue acusado de asalto agravado con un arma, agresión, detención ilegal y obstrucción a la justicia, al privar la comunicación con las autoridades policiales.