¿Pues qué no desde antes eran inoperantes? Parecería, pero lo que vino a poner el nada hermoso remate fue el sismo del pasado 19 de septiembre. Producto del fuerte movimiento telúrico registrado en la Ciudad de México hace unas semanas, las principales sedes de la Procuraduría General de la República (PGR) resultaron con graves daños por el movimiento de 7.1 grados y desde hace días fueron desalojadas.

Con lo anterior nos referimos a las oficinas centrales –ubicadas en reforma 211-213–, las de la Subprocuraduría de Derechos Humanos y el Centro de Denuncia y Atención, centro de operaciones de la Dirección General de Control de Procesos Penales Federales (el edificio de Insurgentes 235) y el edificio de Tonalá 104, utilizada como oficinas administrativas… bueno, hasta la bodega de la colonia Morelos.

Como bien recuerda La Jornada, a los de la PGR se ve que les gusta la adrenalina, ya que en 1985 también operaban en edificios que nomás no resistieron la sacudida del temblor que en ese año se reportó (en la misma fecha), razón por la que en ese entonces también tuvieron que ser reubicados. “Los edificios que alojaban las principales instalaciones de la procuraduría en el entonces Distrito Federal quedaron inhabitables. Fue preciso desalojar el inmueble de Eje Central Lázaro Cárdenas y una torre de 20 pisos en el Conjunto Pino Suárez’’.

Hace 32 años, el sismo provocó no sólo la reubicación de trabajadores, sino la desconcentración institucional. Esto es, se tuvieron que crear tres órganos bajo la denominación de Delegaciones de Procedimientos Penales en el DF. Además, algunos empleados llegaron hasta los reclusorios Norte, Oriente y Sur… no para ser entambados, sino para chambear desde allá. Incluso, se apunta que algunos trabajadores no sólo cambiaron de sede, sino de ciudad.

En la espera de ver qué ocurre con los de ahora, por el momento se puede informar que varios empleados siguen en proceso de reasignación. De los más de 2 mil 500 trabajadores con los que cuenta la PGR, no todos han regresado a labores. Es decir, la dependencia trabaja al mínimo de su marcha y no sólo eso: también ha tenido que detener algunos procedimientos. Uno de ellos, por ejemplo, los juicios civiles que involucran a dependencias federales.

Si bien en 1985 las autoridades parecían haber aprendido la lección, respecto a no asentarse en oficinas endebles, causa extrañeza que no haya resistido el impacto del sismo el inmueble de Reforma 211-213, cuyo costo osciló los 273 millones de pesos. Adquirido en 2001, ese edificio “inteligente” y con las más altas medidas de seguridad. Pero bueno, tras el sismo del 19/11 ya vimos que hasta esas instalaciones no son garantía (sobre todo cuando en realidad fueron hechos con materiales de dudosa calidad). Hasta ahora se desconoce cuál fue la razón por la que el ostentoso inmueble no aguantó, simplemente se informó que, tras su verificación, se determinó que no se puede ocupar. Y por si alguien está con el pendiente, por el titular de la dependencia, Raúl Cervantes, ni se preocupen. Él no escatima en su bienestar y ya opera desde unas oficinas ubicadas en Polanco.

Todo lo que no sabías que necesitas saber lo encuentras en Sopitas.com

Hola, soy Álvaro. Estoy en sopitas.com desde hace algunos años. Todo ha sido diversión, incluso las críticas de los lectores. La mejor de todas: "Álvaro Cortés, córtate las manos".

Comentarios

Comenta con tu cuenta de Facebook