La PGR congeló las cuentas bancarias del exalcalde de Iguala, José Luis Abarca, y su esposa, María de los Ángeles Pineda, “nada más” 40 días después de la detención de la pareja.
Tres áreas de la PGR hicieron la petición a la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV). Al parecer ya se dieron cuenta que la fortuna del matrimonio, acusado de ser autor intelectual de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, proviene de operaciones con recursos de procedencia ilícita, es decir, crimen organizado.
Pineda Villa, bajo arraigo domiciliario, a diferencia de su esposo, que se encuentra recluido en el penal de Altiplano, en Edomex, fue notificada por un juez federal del aseguramiento de sus cuentas bancarias.
Según se reportó, la PGR también solicitó congelar las cuentas bancarias de otras personas señaladas de tener algún vínculo de negocios con Abarca y su esposa, así como algún grado de participación en los ataques contra los normalistas de Ayotzinapa en Iguala el 26 y 27 de septiembre pasados, donde murieron seis personas y desaparecieron 43 estudiantes.
El perredista José Luis Abarca y María de los Ángeles Pineda son dueños del único centro comercial de Iguala, llamado Plaza Tamarindos. También son propietarios de seis locales que venden oro en la plaza conocida como Centro Joyero, y, además, son dueños de ferreterías y de restaurantes. Por algo los llamaban la “pareja real“.
En las investigaciones de la PGR, Pineda Villa fue identificada como la principal operadora, en Iguala, de la organización criminal Guerreros Unidos, que recibía un pago de dos millones de pesos al mes por parte de José Luis Abarca para controlar a la policía municipal.
