¿Se acuerdan que hace poco sacamos una nota sobre las 15 cosas por las que los huicholes son increíbles? Bueno, el día de hoy les hablaremos de un documental que ellos mismos pidieron que se hiciera para que el mundo se enterara de su existencia, su cultura y su lucha… y sí, el resultado es como ellos: increíble.
En Huicholes: los últimos guardianes del peyote no solo la fotografía es buena, la estética de la sierra huichola es hermosa o las indumentarias de los wixaritari son extraordinarias, además, la película nos muestra los diferentes puntos de vista que existen en torno al problema de Wirikuta. Desde los pobladores sin empleo, el gobierno, las mineras, hasta la penosa situación de los wixaritari.
En Sopitas.com nos interesa lo que pasa en Wirikuta porque es sintomático de lo que sucede en nuestra nación. Así que nos fuimos a entrevistar a todos los que están involucrados con la película para que nos hablaran más de ella, desde el director, Hernán Vilchez, al fotógrafo, José Andrés Solórzano, al marakame don José Luis, a don Juan Carrillo, un representante de las comunidades, y un joven wixárika llamado Clemente, uno de los protagonistas del documental.
Pues bueno, llegamos con todos ellos y una vez que nos invitaron un rico café de olla, comenzamos a platicar de la película. Nos platicaron que uno de los marakame (José Luis) convocó a Hernán Vilchez. Después de tener una reunión con los ancianos y los consejeros, la comunidad resolvió que era necesario que se hiciera el documental.
Don José Luis nos contó:
«Nos conocimos cuando fueron las conversaciones entre las autoridades y las mineras. Yo estaba comisionado y tenía que estar de allí para acá. Casi no dormía, a veces dormía con mi pareja, a veces no, y me preguntaba ¿qué estoy haciendo?, ¡quién sabe si el gobierno nos entiende o no nos entiende! Pero gracias a Dios nos conocimos y pues iban con otro proyecto. Le preguntamos si nos hacía el favor para que se conozca todo lo que se está haciendo»
Claro que hacer un documental en la sierra huichola es muy difícil, además, al ser una comunidad muy pequeña, los pobladores son muy curiosos de todo lo que está pasando.
Cuando comenzamos a hablar de «cuáles fueron las dificultades técnicas y humanas para filmar en la sierra», José Andrés Solórzano, nos dijo que los roles no fueron tan tajantes ya que le tocó desde cambiar llantas hasta ir por los aguacates, nos contó sus experiencias:
«A veces era muy difícil llegar a Laguna Seca o al cerro del Quemado con todo el equipo. Hay tomas aéreas que tuvimos en el cerro del Quemado y en el desierto. Y fue gracias a que en ese entonces llevamos un cuadricóptero, que son estos drones que están ahora muy de moda, y, bueno, entonces se estaba desarrollando esta tecnologia. Una vez lo íbamos subiendo en un burro, y que se le cae el control, y, bueno, me tuve que regresar a buscarlo» «Fue muy complicado el proceso técnico, pero creo que así tenía que ser, y se dejó lo que se tenía que dejar: el espíritu»
Cuando comenzamos a platicar sobre la situación de los jóvenes indígenas en el país, Clemente nos platico su experiencia:
«Yo siempre quise estudiar, porque, bueno, yo quería ayudar a mi comunidad, a mi cultura y sí me gustaba [estuvo estudiando en Guadalajara], pero, uno debe andar de allá para acá, y pues uno ya no tiene recursos, y ya no pude, tenía que pagar lo de los estudios, yo no podía seguir vivendo en la ciudad si no tenía para comer».
Luego, por supuesto, hablamos un poco de Wirikuta. Sobre este punto. el que nos platicó todo fue Juan Carrillo Carrillo, presidente de la Unión Wixárika de los centros ceremoniales de Jalisco, Durango y Nayarit (que representa a 46 centros ceremoniales):
«Mi cargo, la encomienda, es proteger la cultura wixárica, especialmente los lugares sagrados de los 5 puntos cardinales. En especifico, en el caso de Wirikuta, nosotros solo somos peregrinos, nosotros nunca vamos a vivir allá. Llegamos, entregamos nuestras ofrendas y recolectamos el agua bendita y el híkuri (peyote). Desgraciadamente el mismo Gobierno, sabiendo que es una área natural protegida, entregó concesiones para la exploración y explotación de la minería. Yo tengo un año en mi puesto, fui escogido hace un año, estaba otro compañero, pero yo me enteré de todo lo que estaba sucediendo. Nosotros teníamos una buena relación con los habitantes, con los ancianos, nos respetamos, pero con la llegada de la empresa nos hemos dividido, allá no llueve. A lo mejor se podrían explorar proyectos alternativos, tal vez estudiar bien la región, ver qué proyectos se pueden implementar, pero eso es tarea del gobierno municipal, del estado y del federal. Creo que podemos dialogar para no romper esa relación que tenemos con los ejidos, con los pobladores. Ellos son dueños, nosotros los conocemos. Y además dialogar con el mismo gobierno y con la empresa. Nosotros solo ocupamos el valles de Wirikuta y el cerro, esa es la parte a la que vamos a peregrinar. Tal vez se pueda explotar mina, pero en otra parte, siempre y cuando se conserven nuestros lugares sagrados, es lo que nosotros pensamos.»
Entonces comenzó el momento de hablar de las cosas que esperaban del documental.
Hernán espera que los jóvenes vean los diferentes temas que aborda el trabajo, de cómo una cultura existe y comunica sus conocimientos de manera oral, a través de ritos, de iniciaciones y de peregrinajes, de las plantas sagradas, el respeto hacia ellas, que no es algo tan sencillo ya que se necesita un conocimiento y un guía. También que conversen de la necesidad de tener un mundo mejor, más sostenible, que vean lo que pasa con el clima, el medio ambiente y las sociedades.
Por otro lado, José Andrés, el fotógrafo, nos dijo:
«Yo sí esperaría un despertar en la juventud. Cuando yo inicio esta película con Hernán, estamos peregrinando por primera vez. Estuvimos compartiendo el agua con un personaje que se llamaba José, y estuvimos platicando y, luego, llegó un señor llamado Ignacio y él seguía todavía con toda la energía de la ceremonia y me dijo ¿y tú qué vas a pedir? Cuando estábamos subiendo al cerro del Quemado, me acuerdo que yo me dije: yo quiero pedir por mi país, que se me dé la fuerza para que, con lo que yo hago pueda apoyar a mi país, y después cuando regresé fue lo del 11 de mayo en la Ibero, las protestas contra Peña Nieto, que fue como mi respuesta, y me sumergí en el 132 y en la asamblea de mi universidad, y me metí en este rollo de activista y documentalista. La película sí debería despertar algo en las personas, si no un llamado a la acción, sí a la conciencia, que se cuestionen un poco lo que está pasando.»
Don José Luis, el marakame, dijo:
«El documental servirá a los niños, a los muchachos que estudian la universidad […] Quizá algún día tendrán sus niños, sus nietos.Yo les dije [a los alumnos de la Universidad Pedagógica]: ustedes están aquí cerca de la autoridad, en la capital, a nosotros nos cuesta, si queremos algo o solicitamos algo, tenemos que ir a la comunidad, luego al municipio, el oficio va al estado y luego a la capital. Pero ustedes están aquí, se les facilita y tienen que saber que todavía hay ancianos que tienen su vestido, su lengua, su danza.
Si ustedes piden, si su vocación les consigue un auditorio, muestren a los otomís, mazahuas, nahuas, enseñen que existen. Hay lingüistas para que muestren su lengua, si me lo piden yo hablo mi lengua, si me dicen que toque mi música la toco. Pero que no se quede nada más en las palabras, que se siga, que haya rendimiento, si se levanta oficio que se siga el procedimiento. Si nos quedamos así, sin hacer nada, se va a perder todo. Hay que seguir, que sigan aquellos que terminaron su carrera»
El señor Juan Carrillo expresó:
«Con este material yo siento que, a lo mejor aquí en México, a lo mejor muchas gentes, muchos jóvenes no saben si existen culturas como las nuestras. Tal vez sí leen en los libros, pero nunca lo han vivido, ojalá que con este material, si se difunde bien internacionalmente, mucha gente podrá ver que todavía existimos, que todavía conservamos la cultura de nuestros antepasados. Yo al ver la película sentí que sí va a abrir conciencias. A lo mejor van a reflexionar sobre la minería, pensarán no solo en Wirikuta, sino otros pueblos pueden ser afectados por mega proyectos, mismos que implementa el Gobierno pero sin consultar a la población.
Nuestros hermanos coras de nayarit también están siendo afectados, porque van a hacer la presa hidroeléctrica Las Cruces, ese río es divino para nosotros, y se van a inundar como 15 lugares sagrados. Y es que nunca se nos pregunta, nunca se nos ha dicho si nosotros salimos afectados con los proyectos.»
¿Cómo ven? Parece interesante ¿no? Si quieren conocer más del tema, “Huicholes. Los últimos guardianes del peyote” iniciará su ciclo de exhibición con cinco proyecciones gratuitas en plazas públicas:
- Real de Catorce (Sierra de Catorce, Wirikuta), estreno mundial, función pública: 17 de mayo, Alameda, 19:30 hrs.
- Estación Catorce (Bajío, Wirikuta), función pública: 18 de mayo, Plaza de Catorce, 19:30 hrs
- San Andrés Cohamiata, Sierra Huichola, Jalisco, función pública: 20 de mayo, 19:30 hrs
- Ciudad de Guadalajara, Jalisco, función pública: 22 de mayo, Cine Foro, 20 hs
- México D.F., función pública en el Monumento a la Madre: 24 de mayo 19:30 hrs.
Además, a partir del 18 de mayo también estará disponible vía online por Internet. (hagan clic aquí)
¡Vayan a Revolución, o véanla en Internet! Lo importante es que no se la pueden perder.
@Filosofastrillo
Todas las fotos fueron tomadas de la página de Facebook del proyecto (hagan clic aquí).